El dúo español de natación sincronizada formado por Ona Carbonell y Gemma Mengual puso rumbo a los Juegos de Río junto a sus entrenadoras, Ana Montero y Esther Jaumà, con el objetivo de "bailar en el agua", hacer "que la gente disfrute" y poder, de esta forma, "encandilar a los jueces".

"Esta última semana se nos ha hecho un poco larga, pero ya estamos preparadas. Tenemos rutinas nuevas y las coreografías están gustando mucho", afirmó Carbonell poco antes de emprender el viaje a Brasil desde el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

"¿Qué cuál es el objetivo? Queremos bailar en el agua, que la gente disfrute y que podamos encandilar a los jueces. Tengo un plus de motivación tras las medallas que conseguimos en Londres 2012", agregó la barcelonesa, medallista de plata y bronce en dicha cita olímpica.

Asimismo, Mengual, de 39 años, indicó que parten a Río "contentas con toda la preparación realizada en los últimos meses". "Veremos de qué somos capaces en Río, ya que Rusia, China, Ucrania y Japón son los países más fuertes", analizó la veterana nadadora.

Mengual, doble medallista de plata en Pekín 2008, recordó que acude a Río a sus cuartos Juegos, después de participar también en Sydney 2000 y en Atenas 2004. Fue baja en Londres 2012 y por decisión propia, pues meses antes de que diese comienzo la cita anunció su retirada. Un adiós que resultó ser después un hasta luego.

"Después de Roma (lugar donde disputó el Mundial de 2009) pensaba que no iba a volver a competir y aquí estoy", agregó la también barcelonesa, que regresó a la competición el año pasado en la modalidad de dúo mixto junto a Pau Ribes.

La pareja de nadadoras tendrá la difícil misión de mantener la racha de medallas olímpicas de la sincronizada española, un deporte azotado por una crisis interna tras los Juegos de Londres, lo que provocó una reestructuración lo que, junto al auge de otros países, hizo perder a España su habitual posición de podio. Tanto es así que ni siquiera logró clasificar al equipo.

La técnica exquisita y calidad artística de Carbonell -bronce en equipos libre y plata en dúo libre en Londres 2012- se mezcla a la perfección, salvo por algún detalle de sincronización, con la veteranía y experiencia de una Mengual que para muchos sigue siendo la mejor de la historia en España. 14 años de diferencia las separan, pero la ilusión, ambición y tesón que sienten es la misma.

Tanto en el Preolímpico, celebrado en Río de Janeiro en el mismo Centro Acuático María Lenk que, renovado, acogerá la prueba olímpica, como en el último Open de Estados Unidos, el dúo español ha brillado, ha emocionado y ha ganado, lo que hace aumentar el optimismo.

Un trabajo sin igual ni descanso permitió a Carbonell y a la que fuera su maestra antes de aceptar el volver al agua mimetizarse hasta tal punto de que, dando vía libre a la creatividad de ambas y a su elegancia en la piscina, están dispuestas a dar la campanada tirando de un número flamenco con el que esperan sorprender.