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Tiempo de valientes

  • El Córdoba tiene ante sí una particular cuesta de enero y febrero en la que puede aclarar definitivamente sus aspiraciones en la presente temporada

Llegó la hora. Llegó el momento. A partir del próximo domingo y durante seis semanas, el Córdoba vivirá una particular cruzada para descubrir quién es. O qué es. O a qué juega. O a qué debe aspirar. Porque, paradojas del fútbol, a falta de una jornada para acabar la primera vuelta, el equipo equidista en la clasificación del cielo y del infierno. Son seis los puntos que le separan del tercero y los mismos los que le alejan del decimonoveno.Y toca enfrentarse a los mejores. A rivales que ocupan, han ocupado y ocuparán los puestos altos de la tabla. A grandes con hambre y necesidad de gloria y a modestos lustrados por su propio esfuerzo. Un reto para valientes. Por eso, en sus botas y en su carácter está la posibilidad de regalar el derecho a soñar a muchos... O de concederle a bienintencionados y a maldicientes el derecho a la duda. Y al miedo.

dos históricos en casa para abrir el ciclo

109 temporadas en Primera, 2 Ligas, 2 Copas entre ambos y una participación compartida en Champions League hace apenas cinco campañas. Hacía años, por no decir décadas, que El Arcángel no acogía consecutivamente a dos equipos de tanto nivel e historia. La casualidad ha querido que, de golpe, Real Sociedad y Celta -dos inquilinos de paso por Segunda- acudan a Córdoba. Y lo hacen fuera de las posiciones que se les presuponen, lo cual les convierte, si cabe, en más peligrosos.

No obstante, la trayectoria de los txuri urdin es claramente ascendente desde la llegada a la presidencia de Badiola. Han sumado 9 de los últimos 12 puntos posibles y aún están a la espera de refuerzos de mucha entidad. El primero de ellos, Fran Mérida, puede debutar en El Arcángel. Después de trabajar en Highbury con su Arsenal. Casi nada.

El Celta no termina de arrancar. Se muestra muy irregular incluso después de la marcha de Stoichtkov y López Caro no acaba de darle el punto competitivo que necesita. De hecho, fuera de Balaídos ha perdido los dos últimos choques que ha disputado.

No son pocos los que piensan que, de ganar estos dos encuentros seguidos en El Arcángel, las miras del equipo de Paco obviarán la palabra descenso y se centrarán en retos más ambiciosos. Eso sí, perder los dos choques supondría que, casi con toda probabilidad, se enterrase esa aspiración y se confiase exclusivamente en salvar la categoría como fuera. Esto es Córdoba y el gris es un color que no se estila en absoluto.

un nàstic herido y un málaga en campeón

Cuando llegó el Nàstic a El Arcángel en septiembre era un recién descendido. Ahora, por motivos tanto clasificatorios como de propio peso, es uno más. De hecho, ahora mismo los catalanes están cinco puntos por debajo de los blanquiverdes (a tan sólo uno, pues, del descenso) y podrían ser -si la moneda cae de cruz- un rival directo en una hipotética lucha por la salvación. Así, un triunfo en el Nou Estadi sería un golpe moral clave para espantar fantasmas o alimentar ilusiones. Además, ya en El Arcángel el Córdoba demostró, jugando al fútbol, ser mucho más que el equipo por aquel entonces de Javi López. Ahora, con Ferrando, pueden ser más consistentes, pero siguen sin ganar. Llevan sin hacerlo ocho jornadas. Y se asfixian.

Muy diferente es la situación del Málaga, cuarto eslabón del duro reto. Han encontrado la senda del éxito y, junto con el Numancia (semana a semana, se van pasando el liderato como ciclistas que hacen la goma) es el candidato número uno para el ascenso. En La Rosaleda el Córdoba sufrió la derrota más abultada de lo que va de temporadapor culpa de su demoledor poderío ofensivo y de los despistes defensivos cordobesistas en una segunda parte para olvidar. La peor de momento. Pero el duelo de El Arcángel será distinto. Lamidas las heridas de aquello, Paco conoce las armas de los albiazules (son famosas ya entre todos los técnicos de la categoría) y la fórmula para derrotarles la han experimentado con éxito Elche, Albacete, Numancia y Real. Será un gran duelo.

la revelación y otra visita del cádiz

Para acabar esta secuencia, otros dos equipos andaluces. El Sevilla Atlético es uno de los rivales más peligrosos de la división. No sólo por la demostrada categoría de los imberbes, sino por su imprevisible capacidad de reacción. En el encuentro de ida, el propio menosprecio que se hacía de un equipo con escasa experiencia y con poco cartel -como si no hubiera saltado de Segunda B- tuvo parte de culpa del primer triunfo de la temporada. No perder ese atrevimiento será clave ante un rival que, luego, se ha demostrado inapelable ante Numancia, Elche, Hércules... Parece que ante las plantillas más experimentadas sufren, porque sus derrotas han sido, aparte del encuentro de El Arcángel, ante Celta, Málaga, Cádiz y Sporting.

Para terminar el mes de febrero, un derbi andaluz cerca del día de la Autonomía. El amarillo no es un color desconocido para el Córdoba esta temporada. Será, de hecho, el tercer enfrentamiento contra los gaditanos. Como duelo apasionante (que será independientemente de la trayectoria de ambos hasta esa fecha), el marcador será impredecible.

Y se acabó. O empezó. Quién sabe. Pronosticar es gratis. Pronosticar es caro. Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro, decía Confucio. No lo diría si fuera aficionado del Córdoba.

y así ven el futuro dentro del club

El futuro no tiene mala pinta. Emilio Vega, director deportivo del equipo, quiere restar dramatismo al peso de los enemigos inmediatos: "Son partidos a priori muy complicados por la entidad de los rivales, pero se ha demostrado que cualquier partido puede ser muy complicado o asequible". Además, la victoria ante el Ferrol ha dado la calma necesaria: "Nos hacía falta a todos, y lo logramos siendo prácticos. Así es como se logran los puntos".

El capitán, Alessandro Pierini, tiene claro que los seis encuentros pueden marcar el futuro "sobre todo porque son muchos partidos". En todo caso, el italiano prefiere ser positivo: "Si miramos la primera vuelta hemos dado mejor imagen ante los equipos grandes que a los de abajo". Ahora tienen que dar el do de pecho.

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