córdoba cf

Rozando el límite de lo permitido

  • Desde que hace cinco campañas cambió el sistema de ascensos, sólo el Deportivo subió directo con más de una decena de derrotas El Córdoba acumula ya ocho cuando restan aún 18 encuentros por disputar

La serie de cuatro derrotas en los últimos siete partidos ha afeado las estadísticas del Córdoba, por mucho que no haya afectado directamente en una clasificación en la que es tercero sólo por tener perdido el goal average particular con el Leganés. Pero lo cierto es que con ocho en su casillero, el conjunto de Oltra ya es el equipo con más tropiezos de todos los aspirantes al ascenso. Y lo peor no es eso, sino que esos números dejan a los blanquiverdes al límite de lo permitido para subir de manera directa, toda vez que desde que hace cinco campañas se instauró el nuevo sistema de play off sólo uno de los diez equipos que dieron el salto a la élite lo hicieron con más de una decena de caídas. Con 18 jornadas por delante, por mucho que este campeonato esté siendo bastante más equilibrado que los precedentes, el margen de error se reduce ya a la mínima expresión. Sobre todo en casa, donde la fortaleza del primer tramo liguero se ha visto rota en el cambio de año con los reveses casi consecutivos ante el Mirandés (1-2) y el Leganés (2-3) cosechados en el pasado mes de enero.

Desde que en la campaña 10-11 se optó por premiar con el ascenso directo a los dos primeros de la tabla, dejando el tercer billete en disputa en un play off a cuatro, la historia dice que para ascender de manera directa no se pueden perder más de diez partidos. Ese dato deja al Córdoba en el límite, pues tras consumir sólo tres jornadas de la segunda vuelta ya acumula ocho. Todo precisamente ahora, que es cuando se antoja más difícil ganar, pues todos los equipos empiezan a tener algo en juego, ya sea por salvar la categoría o apurar las opciones por entrar en las posiciones cabeceras de la clasificación.

La marca más alta en este lustro la estableció el Deportivo hace un par de campañas, cuando subió como segundo sobrepasando la decena de tropiezos (11); el Eibar fue primero, cerrando la terna el propio Córdoba en aquella mágica promoción a la que entró sobre la bocina y que salvó en el alargue. Los armeros terminaron el campeonato tras ceder 9 partidos de 42, una cifra que bastó también a otros cuatro conjuntos en cursos precedentes para llegar a la máxima categoría: el Betis y el Rayo Vallecano (10-11), y el Deportivo de Oltra y el Celta (11-12). Una temporada más tarde, el Elche fue campeón con sólo 6 reveses, seguido del Villarreal (7), mientras que la campaña pasada el Betis terminó como líder pese a terminar con 8 derrotas. Lo siguió en la tabla un Sporting de Gijón que con apenas 2 estableció un registro que se antoja difícil de igualar en el futuro.

Con todo, desde el principio ha quedado claro que esta temporada no se parece en nada a las anteriores. A estas alturas, y al contrario que en años precedentes, no hay ningún equipo destacado, por mucho que el Alavés haya pegado un estirón en las dos últimas semanas que le ha permitido tener un colchón de seis puntos. Ese es el asidero al que puede agarrarse el conjunto cordobesista para dejar a un lado las estadísticas y mantener intactas sus opciones de dar retornar a Primera División por la vía rápida. Eso sí, sería conveniente enterrar lo más pronto posible la crisis que ahora afecta al equipo y que lo ha sacado de la zona de ascenso directo tras 15 fechas seguidas entre los dos primeros.

Porque si algo ha demostrado el Córdoba hasta el momento es que no firma muchos empates. Tanto que es el tercero que menos igualadas tiene de toda la categoría, con 4, las mismas que el líder Alavés y una más que el colista Llagostera. Esa tendencia de o gana o pierde es la que le permite mantener su estatus entre los mejores a pesar del alto número de derrotas que acumula y que lo tiene ya rozando el límite de lo permitido para subir directo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios