El catalán Tommy Robredo estuvo a punto de protagonizar la gran sorpresa de los octavos de final del Abierto de Estados Unidos al llevar hasta el quinto set el partido que lo enfrentó contra Novak Djokovic, cabeza de serie número 3. El serbio, sin embargo, acabó imponiéndose por 4-6, 6-2, 6-3, 5-7 y 6-3 tras un durísimo partido.

Tommy Robredo demostró que está en un gran momento de forma y obligó a Djokovic, uno de los grandes favoritos para adjudicarse el torneo, a un esfuerzo supremo. El español se apuntó la primera manga con un juego sólido por 6-4. Djokovic, entonces, aparentó problemas musculares tras un mal gesto y a partir de ese momento comenzaron las dificultades para Robredo, que fue cediendo terreno hasta dejar escapar la segunda manga por un claro 6-2. El serbio había entrado en el partido y tampoco tuvo mayores problemas para imponerse en el tercer set por 6-3.

El partido parecía ya encarrilado para Djokovic, pero entonces apareció el espíritu indómito de Robredo, quien apretó los dientes y llegó a ganar el cuarto set tras romperle el servicio a Djokovic en el duodécimo juego. Total, 7-5 para Robredo y el partido se tenía que dirigir al quinto y definitivo set. A pesar de que Djokovic rompió con prontitud el servicio de Robredo, éste luchó hasta el límite de sus fuerzas, pero finalmente tuvo que acabar cediendo por un 6-3 que le dio el partido al serbio.

Paralelamente, la tenista rusa Elena Dementieva se convirtió en la primera semifinalista del Abierto tras derrotar a la jugadora suiza Patty Schnyder por 6-2 y 6-3. La quinta cabeza de serie del torneo superó con claridad a la jugadora helvética, a la que nunca dio opción de meterse en el partido.

Pero donde estará fijada la atención del tenis español a partir de este momento es en Rafa Nadal, quien se enfrentará al estadounidense Mardy Fish por un puesto en las semifinales. Fish, número 35 del ranking mundial, hacía ayer una valoración del partido contra el manacorí: "Jugar contra Nadal será muy duro, lo tendré que atacar porque es el tenista más sólido del mundo. La superficie está rápida y las bolas lentas. Es justo lo que más se adapta a mi juego, porque tengo control sobre mis tiros y así es como mi saque hace más daño. Siento que tengo más experiencia, que he madurado", señaló el estadounidense.