Líder, campeón de invierno y estrella invitada en la televisión para toda Andalucía. Así despedirá el año el Prasa Pozoblanco, que esta mañana visita al Maristas de Málaga (12.45, Canal Sur 2) en el derbi que puede acercar aún más a los vallesanos al ascenso a la Asobal.

Porque tras su triunfo de la pasada semana ante el Bidasoa, un equipo que llegó al Juan Sepúlveda como segundo clasificado y que se marchó arrollado por un vendaval, el equipo de Paco Castillo ha abierto un más que interesante hueco de cuatro puntos respecto a sus perseguidores, equipos que en la mayoría ya han mordido el polvo ante los prasistas en la primera vuelta. Por eso, aunque la próxima jornada -la última antes del parón navideño- el Prasa tenga descanso, un empate aseguraría la primera plaza para entrar en 2009 con todas las opciones de regresar a la Asobal 12 años después.

El cuadro pozoalbense lleva seis jornadas sin perder, con cuatro triunfos sólo salpicadas por las dos pifias a domicilio ante Boadilla y Sagunto. Quizás por eso, porque los mayores problemas se los ha encontrado ante equipos de la zona baja, Castillo mantiene encendidas todas las alarmas, consciente de que su equipo ya ha demostrado "que puede perder y ganar con cualquiera".

Los malagueños son décimos con diez puntos y, pese a mantener las características de su escuela de defensa y contraataque, mantienen el dudoso honor de ser el peor ataque de la categoría con apenas 25 goles por partido, lejos de los 28.6 que promedia el Prasa. La irregularidad ha sido su denominador común en la primera vuelta, pero ya ha sido capaz de derrotar a equipos como el Huesca o el Aranda la pasada semana, todo un aviso a navegantes. Y todo eso a pesar de unos enormes problemas económicos que incluso hicieron pensar en su retirada de la competición, "lo que dice mucho de ellos", como reconoce Castillo, un hombre que se encarga por sí solo de contener cualquier amago de euforia en los Pedroches.

Por su parte, el Ars de Palma del Río recibe (18.00, El Pandero) al Adelma cántabro con la urgente necesidad de empezar a ganar partidos para escapar cuanto antes de cualquier problema en la zona baja. Las dos últimas victorias como local ante el Aranda y el Almoradí han servido al menos para hacerse fuerte en un pabellón que comenzó siendo extremadamente frágil, pero que ahora ha vuelto a hacer las funciones de fortín para un equipo que no ha encontrado la estabilidad necesaria en toda la primera vuelta.

Si se quiere ver la botella medio llena, a pesar de todo lo que ha pasado en estos meses, el Ars está a sólo cinco puntos de la quinta plaza, la última que permite jugar el play off de ascenso, y el choque ante los santanderinos se presenta como una buena ocasión para seguir reduciendo diferencias. El Adelma es penúltimo con sólo seis puntos, una visita accesible que unido al último partido del año, que la próxima semana enfrentará a los palmeños con el Sagunto multiplica los motivos para la esperanza de un Ars al que todavía le queda algo de crédito para soñar.

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