El CD Pozoblanco se quedó a las puertas de la victoria en su partido de la vigesimocuarta jornada del Grupo X de Tercera RFEF frente a Los Barrios, tras adelantarse en el marcador a la media hora de partido. Un gol en propia puerta a falta de poco más de diez minutos para el término del envite puso la igualada que acabó siendo definitiva en el electrónico.

Como ya ocurrió frente al Sevilla C (1-1), los vallesanos dejaron escapar ante el conjunto gaditano dos puntos más en el Municipal de Pozoblanco- que hasta la fecha sigue siendo un fortín con solo una derrota en trece partidos-, en un partido que comenzaron ganando con un inicio en el que disfrutaron de varias ocasiones en los primeros instantes.

Tres remates de cabeza de Jaime Almagro, Manu Moya y Tommy Montenegro probaron a Javi Dela bajo los palos en el regreso a la que fue su casa y sirvieron de precedente antes de que el colegiado señalara un libre indirecto dentro del área por juego peligroso, para sorpresa de los jugadores. Diego Gámiz fue el encargado de convertir la ocasión rompiendo la barrera de futbolistas que se situaron sobre la línea de gol con un zapatazo que envió a la escuadra.

Varió el guion en la segunda parte, con Los Barrios haciéndose dominadores del partido a medida que avanzaban los minutos. Los barreños avisaban una y otra vez hasta que, en el minuto 78, Sergio González cabeceó junto con el defensa Jaime Almagro, que se marcó en propia puerta, un centro que supuso el empate. Cinco minutos antes, Agus tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja vallesana a la salida de un córner con un remate que se estrelló en el travesaño de Javi Dela.

Los minutos finales no depararon gran cosa y el partido acabó muriendo con un empate que rompe la racha negativa de los gaditanos, que se volvieron a reencontrar con los puntos tras cuatro derrotas consecutivas. Los de Antonio Jesús Cobos, por su parte, no pudieron resarcirse de la amarga derrota en el derbi contra el Salerm Puente Genil (2-1) y, aunque mantienen la distancia de diez puntos con los puestos de descenso, se quedan en tierra de nadie con la amarga sensación de perder otra oportunidad de victoria.