Grupo b · la previa

Polonia no cree ni en los milagros

  • Los de Beenhakker necesitan ganar a Croacia, ya clasificada, y esperar que Alemania caiga ante Austria por dos goles menos

Polonia se juega sus escasas posibilidades de estar en los cuartos de final de la presente Eurocopa ante una relajada Croacia, en un partido con tintes de "misión imposible".

Cuando los deberes no se hacen a tiempo, ni la perfección en el último parcial puede alcanzar para cumplir con el objetivo: Polonia falló ante Austria y llega al partido con los croatas sin muchas expectativas en sus propias posibilidades.

El penalti convertido por el austriaco Ivica Vastic en el último minuto del partido pasado ahogó casi todas las esperanzas del equipo que dirige el holandés Leo Beenhakker, que llegó a la competición con expectativas más altas, igual que en Alemania 2006, y probablemente se irá como hace dos años: dejando una imagen pobre y eliminada en primera ronda.

"Si hubiésemos batido a Austria todavía tendríamos posibilidades de pasar, pero no bajo estas circunstancias", señaló casi derrotado Beenhakker. Sus esperanzas están bajo mínimos: "Por supuesto que jugaremos para ganar, pero creo que no nos clasificaremos".

Los jugadores de Polonia también son conscientes de la dificultad. "No nos va a costar mucho querer que Austria gane pero si no lo hacemos nosotros también, no va a servir de nada. El vestuario se vino un poco abajo, pero seguimos teniendo el sueño de pasar", dijo Roger Guerreiro, brasileño nacionalizado que debutó en los amistosos previos a la Eurocopa.

Un final feliz para los polacos depende de su propia victoria, claro está, pero también de que Austria supere a Alemania por dos goles menos de diferencia que el resultado que logren los de Beenhakker contra los croatas. Una carambola demasiado complicada que justifica la desazón rojiblanca en la concentración. Más si se van a enfrentar a una de las grandes animadoras del certamen, aunque la Croacia que saldrá al campo del estadio Worthersee no será la misma que despachó con el piloto automático activado a Austria y sumió en serias dudas a la siempre fiable Mannschaft.

Slaven Bilic no quiere sufrir ningún percance y cinco jugadores descansarán pensando en los cuartos de final del viernes en Viena frente al segundo del grupo A: Darijo Srna, Jerko Leko, Luka Modric, Josip Simunic y Robert Kovac.

¿La justificación? "Los jugadores que tengan tarjeta amarilla seguro que no jugarán. No somos idiotas y no queremos riesgos innecesarios", dijo el entrenador, de 39 años, el más joven de todo el torneo. Gracias a la modificación de Bilic, un torneo como la Eurocopa tendrá un merecido premio para un jugador que saltará al campo con un riñón trasplantado: el delantero Ivan Klasnic.

Respecto a las dudas que pueda despertar en los otros rivales del grupo una posible desidia de los croatas ante este partido, Bilic ha asegurado que buscará la victoria porque cada partido que los jugadores representan a su país es "muy importante" para ellos. "Jugaremos honestamente. No por Austria o por Alemania, sino por nosotros".

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