Pierini se une a la corriente que opina que los males (el gran mal) del Córdoba se deben a problemas mentales. A una incapacidad manifesta de mantener el tipo después de hacer lo más difícil. El toscano se explicó diciendo que "no se trata de un factor ni físico ni táctico, sino mental. Ya nos ha pasado muchas veces y es cuando vamos ganando y en casa. Inconscientemente empezamos a hacer las cosas mal y a echarnos para atrás pensando que así vamos a lograr la victoria, pero ya está visto que no y hay que cambiarlo, pero meter esto en la cabeza de 18 tios es complicado".

Así que el remedio para el central radica en "hablar las cosas y entre todos sacar una conclusión que sea beneficiosa para el equipo".

A pesar de la situación, Pierini no considera el partido ante el Granada 74 "una final" porque "aún quedan muchos más" . Eso sí, piensa que "va a ser un partido muy importante porque todos los puntos lo son. Perder o ganar allí cambia un poco las cosas, pero no va a ser definitivo".

Pierini, como Paco, recordó las dimensiones del terreno de juego en Motril y aseguró que será clave "la concentración" para evitar sustos en las jugadas de estrategia, porque "todos los balones pueden ser peligrosos".

Por último, ante la tesitura de poder entrar en zona de descenso, Pierini espera que "el equipo reaccione, porque siempre ha sacado algo positivo en los peores momentos de la temporada".