El Córdoba desaprovechó infinidad de ocasiones de gol, sobre todo en la primera mitad, para haber dejado sentenciado el duelo al descanso. El equipo local acabó sorprendido por su rival en el arranque de la segunda mitad.

Muy pronto pusieron en franquía el marcador los blanquiverdes. Apenas se habían disputado ocho minutos cuando un perfecto centro de Fuentes al área visitante lo cabeceó Mario al fondo de la meta defendida por Sergio.

Los locales, con el marcador a favor y su rival algo más abierto tras encajar el tanto, dispusieron de un auténtico carrusel de oportunidades para haber puesto tierra de por medio en el marcador. La más clara llegó en el ecuador de este primer acto. Fuentes, en tareas ofensivas, se encontró con un balón en el área visitante, pero incomprensiblemente remató por encima del larguero.

Tras el descanso, el panorama cambió totalmente ya que el en arranque del segundo acto, el conjunto de La Línea sorprendió a los cordobesistas. Una falta al borde del área, ejecutada magistralmente por Michán, obró el empate. Con el duelo nivelado, el técnico local optó por mover rápidamente su banquillo, dando entrada a Eladio y Soto, buscando cambiar la dinámica en el juego de su equipo, pues la claridad de ideas y el peligro de cara al portal defendido por Sergio brillaban por su ausencia.

A los locales les costaba mucho trabajo hilvanar jugadas ofensivas capaces de hacerles albergar esperanzas para volver a ponerse por delante en el marcador. Sin embargo, una muy clara llegó pasada la hora de juego. Mario metió un balón al hueco que dejó a Manuel solo ante el meta visitante, pero la rápida salida de éste anuló la oportunidad.

El empate pesó como una losa a los de Alfonso Hidalgo y terminó de nublar las ideas a los cordobesistas, que a pesar de insistir sobre el área rival lo hacían con más corazón que cabeza y con el crono corriendo en su contra.