BALONCESTO l NBA

Peones que se convierten en reinas

  • Un selecto grupo de suplentes se han erigido como el factor diferencial de la primera ronda del 'play off', solventada con más desigualdad de la prevista en inicio, especialmente en el Oeste

Que los Lakers hayan fulminado a Denver en cuatro encuentros entra dentro de lo normal. Lo que no lo es tanto es que, a pesar de que los flashes se hayan concentrado sobre Gasol y Bryant, el elemento realmente diferenciador de la serie haya sido un suplente del cuadro angelino. Luke Walton, que apenas pasaba de 7 puntos y un par de rebotes por choque en la temporada regular, ha abierto el tarro de las esencias en la serie frente a la franquicia de Colorado. Disputando una media de minutos muy similar a los que dispuso en la regular season, Walton ha elevado sus prestaciones hasta 15 puntos, cinco rechaces y otras tantas asistencias por noche, lo que ha marcado la diferencia en la serie.

La NBA, a diferencia de Europa, mantiene una muy cartesiana diferenciación entre titulares y suplentes. Dentro de una línea clásica, los quintetos iniciales arrancan también en el tercer cuarto, que suelen disputar íntegramente, y se restauran cuando quedan entre ocho y seis minutos para el final del choque. De ahí el valor que se ha dado tradicionalmente a la figura del sexto hombre, que es quien logra mantener el nivel del equipo, generalmente en ataque, en los periodos en que los titulares se toman un respiro. De hecho, las grandes franquicias -Lakers, Celtics, Bulls- siempre contaron con un gran sexto hombre en sus reinados -Cooper, Havlicek, Kukoc-.

Así, la aparición de Luke Walton ha supuesto un salto de calidad para los Lakers en el momento de la lucha por el título. Del mismo modo, la, a priori, igualada eliminatoria entre Hornets y Mavericks se resolvió a favor de los de Byron Scott gracias a la superioridad de Jennaro Pargo sobre el resto de suplentes de los texanos. Con los quintetos titulares en empate técnico, los buenos números del base-escolta (de ocho a 14 tantos por choque) facilitaron el 4-1 que finiquitó la eliminatoria. Pargo rindió por encima de su nivel, algo inversamente proporcional a lo que hizo Stackhouse, primer suplente en Dallas.

En todo caso, una buena segunda unidad no es la panacea. El mejor ejemplo es Toronto, fulminado por Orlando a pesar del excelente rendimiento de los suplentes Jason Kapono (15,6 puntos por noche) y el español Jose Calderón (11,8 puntos y 7,0 asistencias). De hecho, fueron segundo y tercer mejor anotador de la franquicia en la postemporada.

Y en el Spurs-Suns, Ginobili, mejor sexto hombre del curso, se limito a mantener su nivel. Sus más de 20 puntos por noche desde el banquillo explican porqué la edad dorada de la franquicia de Arizona ha llegado a su fin.

4-0

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