Los más fanáticos siguen pensando que el milagro es posible, y muchos de los 2.000 seguidores que partieron ayer hacia Barcelona lo hicieron pensando en la utopía de la clasificación para cuartos. Pero la cordura y la realidad dicen que el reto del CCF esta noche en el Camp Nou es pelear, plantar cara al mejor equipo del mundo y recuperar la autoestima perdida en los últimos dos meses pensando en la segunda vuelta de la Liga. Lo demás es darle vueltas a un imposible, pero nadie puede quitarle la ilusión a una afición que hoy es la auténtica protagonista, la que se merece vivir un día que lleva esperando 41 años.

El caso es que el que más y el que menos se había hecho alguna esperanza de dar una sorpresa que pasaría a los libros. La enorme imagen mostrada por el equipo de Berges en el choque de ida, en el que sólo Messi marcó las diferencias, alimentó una esperanza que pendía de dos momentos clave en la mañana de ayer. La lista del Barcelona y las palabras del técnico blanquiverde iban a marcar en buena parte la temperatura del milagrómetro del CCF, y ambas echaron un jarro de agua fría.

Berges habló de "competir" y "dar la cara", pero también recordó que está deseando que la Copa se acabe para poder centrarse de lleno en la Liga, la competición que le da de comer. El técnico reconoció que hará la alineación pensando en el partido ante el Numancia, algo lógico para un equipo inmerso en su peor racha de la temporada. Una victoria en los últimos nueve partidos, malas sensaciones en la Liga -aún con el regusto de la derrota en casa ante el Recre y el gris empate sin goles en Miranda- y un ambiente enrarecido son suficientes motivos para desear que pase esta locura y tratar de enderezar el rumbo. Si independientemente del resultado, el partido de esta noche sirve para que el equipo recupere las buenas sensaciones, bienvenido sea.

En el otro bando, y avisado por lo que pasó en El Arcángel, Jordi Roura -sustituto hoy en el banquillo de Tito Vilanova- confeccionó una convocatoria sin fisuras, plagada de titulares y con Tello y Sergi Roberto como únicos jugadores del filial. Las ausencias en la lista de Xavi, Iniesta, Piqué y Pedro no manchan una nómina en la que están todos, incluido un Leo Messi que no entiende de descansos. El cuádruple Balón de Oro sólo es feliz jugando al fútbol, y el partido de esta noche es una ocasión tan buena como otra cualquiera para disfrutar como un niño. Si el Barça se hubiera relajado la historia podía ser distinta, pero con todo el arsenal, todo lo que pase por una derrota digna sería un buen peaje.

Sólo un milagro evitará que hoy se acabe la aventura, la historia de una Copa que moló y que hizo que se hablara del CCF en toda España. Para siempre quedará el orgullo de haber jugado en uno de los grandes estadios del mundo, el honor de haber hecho algo grande. Pelea Córdoba, pelea que siempre algo queda.