El Pandero, un pabellón en el que el Ars se siente fuerte y del que esta temporada sólo habían volado tres puntos hasta el momento, fue ayer asaltado por el Ademar B, un equipo metido de lleno en la lucha por la permanencia y que ayer dio la sorpresa en Palma del Río aprovechando una de las actuaciones más grises del conjunto de César Montes.

Y eso que todo empezó bien, con un Dani Hernández pletórico marcando los primeros cuatro goles del Ars (4-1, min. 5). Ésa fue la máxima diferencia a favor de los locales, pero se fue diluyendo con el paso de los minutos en una primera parte de toma y daca, aunque siempre con el Ars por delante.

Las defensas no estaban a la altura y los goles caían uno tras otro con demasiada facilidad. La debilidad de las defensa hacia inútil el trabajo de los porteros, y el juego no alcanzaba el nivel esperado por el público que poblaba las gradas en la entrada más floja de toda la temporada, lo que estuvo en la línea de lo sucedido en la cancha.

Los primeros 30 minutos se cerraron con un 19-18 que presagiaba lo peor. El corto banquillo del Ars y la exigencia física que impusieron los leoneses pusieron el resto en una segunda parte que fue de total dominio visitante.

En los primeros cinco minutos el filial del Ademar empató el partido y consolidó su diferencia a falta de diez minutos para el final. La magnífica actuación del extremo leones Álvaro Cabanas fue decisiva, anotando 11 goles que marcaron la diferencia.

En el Ars destacó Dani, que terminó como máximo goleador palmeño con siete tantos. Ni Manu López ni Ramón Fuentes pudieron cerrar la portería, algo que echó de menos el cuadro local. Además, Lubo Vermirovsky salió con cuentagotas y aún así marco cinco tantos que sólo sirvieron para que el juego del Ars fuese un quiero y no puedo en busca del triunfo.

Y es que esta vez, El Pandero no pudo evitar una derrota dolorosa ante un equipo, el filial del Ademar, que ya se impuso por 13 tantos en el partido disputado en la primera vuelta.