Rafa Nadal derrotó en un épico encuentro a Carlos Moyà (6-7, 7-6 y 7-6) y jugará la final del Torneo de Chennai con el ruso Mikhail Youzhny, que batió al croata Marin Cilic por 6-2 y 6-3.

El número dos del mundo remontó un partido de duración insólita (3 horas y 54 minutos) en un choque al mejor de tres sets, en el que la igualdad presidió el juego de principio a fin. El duelo entre Nadal y Moyà no defraudó las expectativas, y desde la primera manga fue una exhibición de buen tenis entre dos jugadores que se conocen a la perfección. Nadal parecía tomar la iniciativa en cada juego, pero su rival, gran experto en este torneo indio, no tardaba en darle la réplica.

La sucesión de empates (2-2, 3-2, 3-3, 4-4, 5-5, 6-6) acabó en el tie break, donde Moyà, que hasta entonces había salvado en cuatro ocasiones la rotura de su servicio, se mostró más seguro.

El segundo set discurrió por los mismos cauces de equilibrio hasta que en el quinto juego Nadal rompió el saque de Moyà y consolidó la brecha, pero el de Palma, empeñado en recuperar su prestigio, igualó de nuevo la contienda con un break en el décimo. Del 4-2 para Nadal se pasó al 6-5 para Moyà. Una vez que Nadal conservó su servicio en el duodécimo juego, se resolvió igualmente en el desempate. Moyà cobró una rápida ventaja de 4-0, aunque el manacorí reaccionó (6-6) y sentenció la manga con su segundo punto de set (10-8) al cabo de casi hora y media de juego.

Moyà había dejado escapar una gran oportunidad, pero lejos de rendirse, en el tercer set aprovechó su tercer punto de break para ponerse con 4-2. Cuando todo parecía perdido para Nadal, el de Manacor sacó su casta de luchador y en el décimo juego del set decisivo, después de salvar un nuevo punto de partido, igualó a cinco y luego se puso por delante (6-5). Tras ganar Moyà su servicio, el tercer set y el partido se resolvería también en el tie break.

En el momento crucial, la moral de Moyà y sus fuerzas físicas se resintieron frente a un resucitado Nadal que le pasó por encima sin contemplaciones: 7-1.