Natación

Muñoz y su revolución francesa

  • En ocho semanas, el cordobés ha demostrado el acierto que supuso su marcha a Marsella · La mejora generalizada en sus tiempos ha traído una catarata de récords nacionales y cronos de nivel mundial

Apenas dos meses le han servido a Rafa Muñoz para constatar que su fichaje por el Cercle des Nageurs de Marsella ha sido un acierto, una decisión que ha podido cambiar su vida. Los resultados en el reciente Europeo de Rijeka, con una medalla de plata y otra de bronce y unos tiempos a la altura de los mejores del mundo constituyen el definitivo salto de calidad del nadador cordobés, cuyas metas y objetivos han dado un brusco giro.

María del Mar Gamito, entrenadora de Rafa en el Navial y una de sus consejeras en el fichaje por el CNM tiene alguna de las claves de la explosión del mariposista del Parque Cruz Conde, aunque quizás la principal estriba en que "ahora entrena con un grupo que tiene mucha más ambición y con un entrenador que le exige más". Un grupo de trabajo con nadadores de la calidad de Laure Manaudou, Frederick Bousquet o Fabien Gilot aseguran entrenamientos del máximo nivel y, lo que es más importante, una atmósfera en la que sólo se respira el aroma del éxito y de la mayor exigencia competitiva.

Gamito, que junto al propio Rafa viajó hasta Marsella en octubre para ver las instalaciones y los métodos de trabajo del club de la Provenza, bendice la decisión, "porque en apenas un par de meses se han visto los resultados. Nos arriesgamos con la elección, pero estamos encantados". En Marsella también, y en apenas un par de meses han cogido un especial cariño al español, al que ya apodan en la propia web del club como "el nuevo Michael Phelps".

De hecho, cuando ya antes del verano se empezó a sondear la posibilidad de que Rafa Muñoz marchara al extranjero, Marsella era sólo una de las varias opciones que había sobre la mesa. Holanda y una universidad americana eran otras de las alternativas, pero finalmente el Navial optó por el CNM debido al fuerte grupo de velocistas y el trabajo específico que realizaba bajo Romain Bernier.

"El coche sigue siendo el mismo, porque soy yo, pero sí es verdad que ha cambiado el equipo", reconocía el propio Muñoz un par de días después de su actuación en Croacia. "Es que no ha salido de la nada", recuerda la entrenadora cordobesa, recordando los dos títulos de campeón de Europa júnior y las dos medallas de bronce conseguidas en el pasado Campeonato Europeo de Eindhoven, "pero sí ha dado un salto de calidad en un grupo de trabajo que tiene como objetivo ser campeón del mundo u olímpico, y eso influye". Ese cambio de mentalidad, el espíritu ganador que rodea a los nadadores del Marsella ha sido el empujón definitivo que necesitaba Rafa, una joya todavía por pulir, "porque si eso lo ha conseguido en apenas dos meses, te das cuenta de que todavía le queda un amplio margen de mejora".

De hecho, Gamito apunta que "las finales en Rijeka no fueron perfectas". Mientras que destaca por su buen subacuático, los puntos débiles de Rafa son la salida y los virajes, y también puede mejorar la llegada. "Lo lógico es que en Francia trabaje para mejorar esos aspectos técnicos, y cuando todo sea perfecto, sus únicos objetivos para esta temporada tienen que ser el título de campeón del mundo en Roma". Ése es el gran cambio. Hasta ahora el éxito era clasificarse para una gran cita. A partir de este momento, el oro y el récord mundial son los únicos retos.

Así de claro. Con el potencial que ha demostrado en Croacia, los desafíos ya no pueden ser menores. "El objetivo ya no debe ser clasificarse para un Mundial, porque eso ya lo ha hecho, sino ir a ganarlo. Luego tiene que seguir trabajando e ir a los Juegos de Londres a ser campeón", asume Gamito, haciendo suyas las consignas que el entrenador francés Romain Barnier trata de inculcar en Rafa. "Le habían dicho que iba a bajar de 50 en los 100 mariposa y él lo veía como algo imposible, pero se ha dado cuenta de que no es así, porque Romain sabe cuánto tiene que entrenar y cuáles son sus cualidades, por eso le exige a saco", añade la entrenadora del Navial, que mantiene un contacto diario con Rafa a través del Messenger. "Él está contento, pero sabe que todavía puede mejorar", reconoce, "porque trabaja para ello y ha aumentado su confianza en sí mismo. Llegarán los momentos de dudas, pero por el momento está encantado". Sólo hay que ver los resultados para darse cuenta de que es verdad.

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