El Lucena ha comenzado como un tiro la temporada en casa. La Ciudad Deportiva, después de ser visitada por tres de los candidatos a pelear por los puestos de play off -Melilla, Ceuta y Écija-, se ha convertido en un feudo inexpugnable, del que sólo el cuadro caballa ha logrado sacar tajada. Sin duda, una magnífica noticia de cara a recibir a otro de los gallitos de la categoría, un Granada que ha vuelto a tirar de talonario para conformar un bloque que le permita volver a Segunda División.

El equipo de la capital de la Alhambra ya sabe cómo se las gasta un novato que parece no tener techo. De hecho, la campaña pasada, el Lucena salió victorioso en sus dos compromisos ligueros ante el Granada. Cabello firmó el triunfo en el Municipal (1-0) y dos ex lucentinos, Dani Lanza y Diego Herrera hicieron inútil el tanto de Zúñiga en Los Cármenes (1-2). Fue su confirmación en la temporada de su estreno en la categoría de bronce.

Pero la escuadra que dirige Antonio Montero quiere más. Sus números en la Ciudad Deportiva dan miedo. Cinco goles a favor y sólo uno en contra -el polémico gol de Alberto que le dio un punto al Ceuta- le han bastado para sumar siete puntos -los otros tres llegaron en Linarejos- y colocarse en el vagón de candidatos a la zona noble. El asalto definitivo puede llegar el domingo si el Granada vuelve a hincar las rodillas.

No será una tarea fácil. El técnico nazarí, Óscar Cano, tomó buena nota de cómo se desenvuelve el Lucena en su estadio en el último partido ante el Écija. Y para tratar de poner remedio se llevó ayer a su equipo al Municipal de Las Gabias, un terreno de juego de césped artificial sobre el que empezó a preparar la visita a la ciudad aracelitana. Mañana, la plantilla albirroja volverá a tener una última toma de contacto sobre la superficie sintética del Federico García Lorca.

Esas notas le serán muy válidas, ya que Montero apenas variará su once, prácticamente inamovible en los encuentros ante la hinchada provenzal. Si acaso, el relevo de Monteagudo por Ocaña por delante de la defensa.