córdoba cf

Miles de ojos se clavarán en ellos

  • Los delanteros, en el punto de mira ante un partido en el que el Córdoba necesita marcar · Arthuro y Asen se perfilan como titulares ante el Racing · Javi Moreno encara su última cita en El Arcángel

Tiene que ganar imperiosamente, porque no tendrá más oportunidades. Obviamente, está obligado a marcar. Por eso ellos estarán en el punto de mira. Lo saben y lo asumen. "Si no ganamos éste, se acabó", sentencia Jaime Asensio de la Fuente, Asen, uno de los miembros del escuadrón de bombarderos del Córdoba en el último -con ese talante se afronta- episodio de la batalla por la permanencia. Si no dan en el blanco, el porvenir será negro.

Entre los cuatro delanteros puros (Asen, Arthuro, Javi Moreno y Julio Pineda) firman 27 goles, el 56% del total del equipo. No se puede decir con propiedad de ninguno de ellos que atraviese una racha esplendorosa. El más inspirado es Arthuro (4 goles en los últimos 5 partidos) y por eso, salvo mayúscula e improbable sorpresa, será titular en un Arcángel que se olvidó de los silbidos al espigado brasileño para abrazarlo como ídolo, esperanza y medicina. El punta de Florianópolis está en una compleja tesitura. Cedido por el Alavés, uno de los rivales blanquiverdes en la pugna por la permanencia, afronta un incierto porvenir. Los goles marcarán su destino. Y si firmara el de la salvación, quién sabe si acabaría enrolándose definitivamente en el equipo. Él saldrá a lo suyo, consciente de que se juega mucho. Y con la confianza de José González, todo un aval. "No hay debate sobre los delanteros. Estoy contento con el trabajo que están haciendo", espetó el técnico gaditano ayer refiriéndose al brasileño y a Asen, que se perfilan como integrante de la formación titular.

Ahí no estará Javi Moreno, icono del cordobesismo, que esta semana ha venido realizando una gira por los medios de comunicación para recordar a quien no lo supiera o lo hubiera olvidado que el del domingo será su último partido en El Arcángel. Desde que en enero reclamó una respuesta del club sobre la posibilidad de renovar un contrato que expira el 30 de junio, el de Silla sólo recibió silencio y evasivas. "Sabía desde hace mucho tiempo antes de esa fecha (enero) que no iba a seguir aquí", confesó en una de sus múltiples comparecencias públicas. Javi tiene la fantasía onírica de cualquier jugador: marcar el tanto de la victoria en el partido decisivo. Y, como el ex internacional valenciano no da puntada sin hilo ni marca gol sin sentido, se ha colocado en el escaparate para ser, de uno u otro modo, protagonista del partido del año. Si las cosas van bien, el público reclamará su salida para tributarle la ovación que recompense su trienio blanquiverde. Si van mal, la grada podría reclamar su concurso porque en asuntos de gol es el mejor especialista -añádase aquí la coletilla "si está en forma", un aspecto que los dos últimos entrenadores del Córdoba no han considerado cumplido-. En fin, que el último partido en El Arcángel también tiene otra etiqueta: el último partido de Javi Moreno.

Otro que se despide es Julio Pineda, menos sutil que otros a la hora de reivindicar un puesto pero tan vehemente como el que más cuando se trata de desatascar crisis. Lo hace con goles, cuando puede, y con un derroche físico conmovedor por cuestiones de edad y circunstancias. Se comporta con el entusiasmo de un juvenil y soporta sin una queja sus vaivenes entre el campo -poco-, el banquillo -casi siempre- y la grada -a veces-.

El cuarteto de especialistas del área lo completa el pilar básico, Asen, más versátil que el resto y un eje tanto para Jémez como para González a pesar de haber padecido la peor pesadilla para un goleador: 18 jornadas sin celebrar un tanto. Toda la segunda vuelta hasta el pasado sábado en El Molinón. Un testarazo suyo adelantó al Córdoba, que luego no supo conservar la renta. Un error imperdonable entonces que sería letal ante el Racing. Pero primero hay que marcar. Y allí, donde todo se cuece, estarán ellos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios