Fútbol l Primera División

Laporta se enfrenta a la junta de la crisis

  • El presidente del Barcelona, contra las cuerdas, intentará convencer a sus directivos de la viabilidad de su proyecto

Joan Laporta, contra todos. Así llega el presidente del Barcelona a la decisiva junta directiva de hoy en la que podría presentar su dimisión si no consigue convencer a sus compañeros de la viabilidad de su proyecto.

Laporta está contra las cuerdas y no lo disimula. Se reunió en la madrugada del martes con sus directivos para consultar de qué lado están. Porque ahora mismo su futuro al frente del Barça no está en sus manos, sino en la de los miembros de la junta.

Según los estatutos del club, el Barcelona debería convocar elecciones si así lo pide el 75 por ciento de una junta compuesta por 18 miembros. En este escenario, la otra alternativa sería que Laporta presentara la dimisión, con lo cual la actual junta, con nuevo presidente al frente, quedaría al cargo del club hasta el 2010.

Cualquier cosa puede suceder, y más después de los sorprendentes resultados de la moción de censura del domingo, en la que Laporta recibió el voto de castigo del 60,6 % de los votantes.

Siguió en el cargo de milagro porque así se lo permitieron los estatutos del club, que establece en un 66,6 % de votos en contra para que la moción prospere. Laporta lo definió como "una dulce derrota" mientras que sus detractores lo calificaron como "una amarga victoria". Desde todos los sectores se pide su dimisión tras dos temporadas de errores y blancas respecto a títulos.

Laporta tiene a mucha gente en contra, desde los socios hasta algunos directivos, que han preferido darle la espalda.

Uno de los críticos más sonoros con la gestión de Laporta es Oriol Giralt, principal impulsor de la moción de censura que ha dejador tocado a Laporta, que le pide que adopte "la mejor decisión para el club, dada la grave crisis que se ha generado en la entidad catalana comprobado en los resultados de la consulta".

Todo esto llega en un momento donde resulta muy difícil separar la realidad de la ficción, principalmente debido a las muchas informaciones contradictorias que aparecen. Unos cuantos dicen que Laporta dimitirá, otros afirman que se siente más fuerte que nunca y que no le temblará el pulso a la hora de sustituir a los eventuales dimisionarios...

Pero el ambiente no es el mejor para un Laporta que tiene también a toda la prensa de Barcelona en contra, algo sorprendente en la ciudad condal.

Y todo esto ocurre apenas a cuatro días de que el equipo comience la pretemporada y todavía con una plantilla a la que le hacen falta unos cuantos fichajes para quedar totalmente cerrada.

Mientras en agosto, el equipo afrontará la previa de la Champions League y en poco menos de dos meses, el arranque de la nueva temporada de Liga.

Así encara el nuevo año futbolístico un Barcelona que todavía no sabe si seguirá con Laporta al frente de un club, que últimamente, parece más adicto que nunca a las convulsiones.

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