Robert Kubica (BMW Sauber) logró su primera victoria en el Mundial de Fórmula 1, del que además es el nuevo líder, al ganar el Gran Premio de Canadá, en el que el español Fernando Alonso (Renault) tuvo que abandonar cuando luchaba por una ficticia segunda plaza porque tenía que parar una vez más.

Kubica, que hasta ahora tenía dos segundos puestos (Malasia y Mónaco este año) como mejores resultados, estrenó su palmarés de victorias tras acabar por delante de su compañero Nick Heidfeld, haciendo un doblete histórico para BMW-Sauber. Tercero fue el británico David Coulthard (Red Bull), que no se subía al cajón desde el Gran Premio de Mónaco de 2006.

El polaco se resarció con creces del tremendo susto que vivió hace un año en este mismo gran premio, cuando sufrió un espeluznante accidente del que milagrosamente salió ileso. Un año más tarde, cosas del destino, se subió a lo más alto del podio en el lugar que lo vio nacer por segunda vez.

Mucho peor le fue a Fernando Alonso, que se retiró en la vuelta 44 cuando acosaba a Heidfeld en pos de un segundo puesto que quizás al final no se hubiese mantenido, dado que los que llevaba por detrás no tenían previsto volver a detenerse a repostar. El español hizo un trompo en la curva 7 y quedó fuera de combate. Por radio, el español informó al equipo de que la causa fue una avería en el cambio, pero después señaló que se trató de un error suyo.

Pero el protagonista negativo de la jornada fue sin duda Lewis Hamilton (McLaren). El británico, que salió desde el primer puesto de la parrilla, embistió a Kimi Raikkonen (Ferrari) en la calle de garajes tras el primer repostaje en boxes. En el momento de regresar a la pista el semáforo estaba en rojo, algo en lo que repararon Raikkonen y Kubica, pero no Hamilton, que se llevó por delante al finlandés. Nico Rosberg (Williams-Toyota) también resultó perjudicado, ya que a su vez golpeó al inglés, lo que le obligó a regresar después al garaje, aunque pudo seguir en carrera.

Esta circunstancia la aprovechó Kubica para, una vez hubiesen entrado a repostar todos los que no lo hicieron en la primera serie, alcanzar el liderato tras adelantar a Heidfeld, que no opuso resistencia. Desde ese momento el piloto polaco contó con la ayuda del alemán como escudero, que frenó lo que comenzó a ser un acoso incansable de Alonso. El español trató de superar varias veces, aunque sin éxito, al germano, y cuando más lo estaba intentando un trompo acabó con sus opciones de podio. Sin embargo, la carrera de Alonso comenzó a estropearse por un error en la estrategia elegida por el equipo, que lo hizo parar con el coche de seguridad en pista. Si el español, más cargado de combustible que sus rivales, hubiese continuado en la pista, habría podido cambiar de estrategia y salir a la pista por delante de Kubica y Heidfeld.

La inusual zona de puntos la completaron Timo Glock (Toyota), Felipe Massa (Ferrari), Jarno Trulli (Toyota), Rubens Barrichello (Honda) y Sebastian Vettel (Toro Rosso).