Lucena | granada 74 · la previa

Juani toma el mando en pleno ciclón

  • El Lucena, obligado a ganar para frenar su caída hacia el abismo · El público dictará sentencia en el 'caso Montero'

El Lucena ha dado un giro radical a su vida en las últimas 48 horas. La junta directiva fulminó el pasado jueves a Antonio Montero y su segundo, Juani, será el encargado de llevar las riendas del equipo desde el banquillo ante el Granada 74. Es sólo una interinidad previa a la confirmación del fichaje de Antonio Gutiérrez como nuevo técnico aracelitano. El cordobés, muy probablemente, estará hoy en la grada viendo las evoluciones del que será su equipo en un duelo con tintes de final que servirá de referendum para la afición celeste. Los puntos del día son dos: la marcha de Nene y el nuevo horario elegido para las citas en casa. Del resultado de ambos, los rectores saldrán fortalecidos en su gestión... o machacados.

La marcha de Antonio Montero ha enrarecido un ambiente ya de por sí algo turbio. Las últimas declaraciones del malagueño dejaban en muy mal lugar a la plantilla, que a partir de ahora tiene en sus manos las llaves para hacer ver al mundo que los malos de la película no eran sólo ellos. Porque su culpa sí han tenido en la decadente marcha del equipo en las últimas semanas -cinco puntos logrados de los últimos 24-, en las que dos rivales directos en la lucha por la permanencia -Guadalajara y Roquetas- le han pasado por encima con sendos 3-0.

También por sus deméritos, la parroquia lucentina lleva más de dos meses sin celebrar una victoria en la Ciudad Deportiva. Desde que el 28 de septiembre cayera el vigente campeón, el Écija, por un incontestable 2-0, todos los que han pasado por Lucena se han llevado algo en su zurrón. Y eso que esta temporada la plantilla se había formado de acuerdo a las peculiares características del hogar aracelitano.

Entre los elegidos para dar mayor lustre al proyecto celeste estaba el brasileño Anderson Costa. El miércoles se despidió de sus compañeros y cerró una aventura marcada por los sinsabores. Ahora su destino está en el Duque de Caxias, de la segunda categoría del fútbol brasileño. No será el último en bajarse del barco. El otro suramericano del plantel, el uruguayo Carlos Lorenzo, también tiene las horas contadas, toda vez que su aportación ha sido nula.

Pero entre todas estas historias extradeportivas, hoy aparece en Lucena el Granada 74. El conjunto nazarí ha pasado de jugar en Segunda División a tener todas las papeletas para hacerlo el próximo curso en Tercera en apenas unos meses. Y, por si fuera poco, su presidente, Carlos Marsá, ha anunciado su intención de vender el equipo por la falta de apoyos que ha encontrado en la capital de la ciudad de la Alhambra. Y es ahora cuando su compra a las acciones de Quique Pina en el Ciudad de Murcia por cerca de 20 millones de euros en el verano de 2007 se ve como una locura. Y es que el dinero no lo es todo.

En el apartado deportivo, el Lucena tiene las bajas seguras del sancionado Adriano -vio la quinta amarilla de su primer ciclo en Roquetas- y Escoriza, afectado por un fuerte proceso gripal. La noticia positiva la aporta José Luis Argüello, que regresa tras dos meses fuera por lesión. Su presencia en el once inicial está descartada, aunque podría estar en el banquillo. Los otros beneficiados por el cambio de técnico pueden ser Julio Pineda y Jorge Troiteiro, que habían perdido la confianza de Montero. El primero apunta a titular, mientras que entre el segundo y Quique saldrá el nombre del interior izquierdo.

En el Granada 74, Miguel Rivera no acaba de dar con la tecla. El equipo habita desde el inicio del curso en la zona de descenso pese a contar con importantes mimbres para la categoría. El técnico tiene las ausencias de los lesionados Torres, Urtain, Junma Morán, Curro Montoya y Milla, y el sancionado Nino, además de las dudas de Bordi y Capa.

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