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Jose: "¿Euforia? Si todavía vamos los penúltimos..."

  • El entrenador del Córdoba trata de frenar el optimismo desatado tras la victoria ante el Xerez · No deja entrever si repetirá alineación o regresarán Reyes y Pablo

José González ni se fía ni quiere hacerlo. Aún no inmerso en las alharacas y, en general, en la peculiar idiosincrasia de esta ciudad y de la afición de su equipo de fútbol (lo oscuro es tizón y lo blanco es nieve), el entrenador no comprende ni que se mente la palabra euforia en la rueda de prensa.

"¿Cómo vamos a pensar en euforias si vamos penúltimos?", reflexionaba José aportando un poco de cordura al ambiente. Incidía en que, incluso, recordar lo logrado es peligroso: "No nos podemos permitir pensar que hemos hecho algo, porque seguimos en una pelea complicada aunque, al menos, estamos vivos".

Y eso que la victoria ante el Xerez permite un mínimo margen de error ante el Albacete. O quizás no, porque el gaditano está intentando transmitir al equipo "que el partido ante el Albacete es el último. Nosotros somos los que nos hemos metido en rachas de finales, por lo que no podemos meternos en cuestiones de calendario ni pensar en futuras componendas. No hay más partidos después de éste hasta que no se haya terminado".

Por eso, de momento, sobre la bondad de unas posibles tablas, José González no quiere ni hablar ni escuchar nada porque tiene claro que "igual un punto no sirve para nada. Todo depende de cómo se desarrolle el encuentro. Igual entendemos que no perder es un magnífico resultado porque hemos sido un desastre".

La gran ventaja, que se comentó de pasada en la rueda de prensa, para el Córdoba radicará en que saltarán al Carlos Belmonte sabiendo los resultados del sábado del Las Palmas-Poli Ejido, del Nàstic, del 74 y del Alavés.

Frente al Xerez no pudo alinear José a seis jugadores y el equipo sacó mucha casta. Cabe la duda de saber si premiará a Rubén o Antonio con otra oportunidad de demostrar sus cualidades. No comment, porque no lo tiene claro del todo: "Hoy (por ayer) aún no sé el equipo. Tengo un atisbo de once, pero hay que ver cómo están anímica y físicamente, primero tienen que demostrar que están enchufados". Pero, ¿acaso hay algún jugador no enchufado? "No", respondió categóricamente el director técnico. Sobre todo porque "malamente iríamos si hay alguno que no lo está, sería un mal profesional, ya que estamos jugando con nuestras carreras y con la ilusión de una afición y no sería digno de que lo tuviésemos en cuenta".

Esa hinchada, esos seguidores que no han dejado de lado al equipo ni en los peores momentos, volverán a rellenar un huequecito (o un huecazo) en el Carlos Belmonte. José es consciente de que los que vayan a Albacete "no van con ánimo de que les respondamos, sino de seguir en la lucha hasta el final. El domingo ya ayudaron en El Arcángel en los últimos minutos". Sobre todo -y aprovecha para reflexionar y lanzar una puyita al árbitro del choque- "con el libre indirecto que le pitaron a Valle, que no fue. No me quiero ni imaginar la que si hubiera montado si con esa acción el Córdoba hubiera acabado prácticamente en Segunda B...". Por todo ello, y a pesar de que los cordobesistas piden poco y dan mucho, José intentará "corresponderles con una victoria".

Un aliciente para el morbo estará en el recibimiento que le tribute la afición del equipo manchego. José dirigió al equipo durante la temporada 2004-2005 (su última en Primera y la única en esa categoría del entrenador). Dejó su puesto en la jornada vigesimocuarta con el equipo a un punto de la salvación. Al ahora entrenador del Córdoba no le preocupa en exceso el recibimiento: "El público es soberano. Cuando estuve allí cumplí con mi cometido, porque me exigieron quedar el cuarto por la cola y me echaron a un punto de ese puesto". Además, González aprovechó para espetar un símil bastante irónico sobre su experiencia en tierras albaceteñas: "Me dieron un Minardi y parecía que tenían la intención de estar en los puestos de arriba. Luego, desde de que lo dejé, fueron menos competitivos".

Pese a todo, confesó el técnico que no tiene especial interés en ganar allí (más allá de la imperiosa necesidad de hacerlo por la asfixiante tesitura), ya que "siempre les estaré agradecidos, porque me dieron la oportunidad de entrenar en Primera con 37 años. Incluso jugué con ellos antes, por lo que es un equipo al que le tengo bastante cariño".

Volviendo al presente, explicó que el actual Albacete es un conjunto que "está acostumbrado a vivir en la zona peligrosa. Tienen un equipo tipo, que sabe a qué juega y que está respondiendo".

Nombres que le preocupen; el más obvio parece el de Barkero, pero José conoce un poco mejor al Caco Morán: "Conmigo en el Cádiz no tuvo muchos minutos porque tenía delante a Lobos, pero está cuajando una gran temporada y está siendo esencial para la mejoría del equipo". Las amistades y los recuerdos, en suma, poco valdrán el domingo a las seis.

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