Ciclismo l Vuelta a España

Hinault sorprende al sprint

  • El francés se impuso a los velocistas en una etapa de transición · El líder, Egoi Martínez, mantiene las diferencias en la general respecto a sus perseguidores

El Francés Sebastien Hinault, del Credit Agricole, sorprendió a todos los especialistas del sprint para conquistar la décima etapa de la Vuelta a España, en una jornada de transición que mantuvo a Egoi Martínez (Euskaltel) como líder de la carrera.

Hinault, apellido ilustre del ciclismo mundial, asomó de nuevo para un momento de gloria, si bien este corredor no tiene nada que ver con el gran Bernard, el Caimán que conquistó cinco Tours. La única coincidencia es que también es bretón.

La sorpresa fue mayúscula. El francés no estaba en la lista de invitados a la victoria, pero apareció en el momento justo para dejar a los grandes especialistas con un palmo de narices, incluido Óscar Freire, inédito en esta edición de la ronda española. El triple campeón del mundo se colocó entre los mejores, pero en el momento del asalto final se encontró encerrado y se conformó con la cuarta plaza, por delante de Tom Boonen y Koldo Fernández.

La jornada, de transición, no ofreció mucho. El líder Egoi Martínez, sin embargo, no pudo disfrutar de su maillot oro "porque cuando escuchamos el nombre de Zaragoza nos ponemos nerviosos por si aparece el viento". La general, pese a todo, no varió, y la segunda plaza sigue en poder de Leipheimer a, a 11 segundos, y la tercera es para Alberto Contador, a 32. El madrileño espera las etapas de Asturias para imponer su capacidad escaladora. Detrás de Contador la fila de españoles integrantes del top ten: Valverde, Sastre, Mosquera, Igor Antón y Dani Moreno.

Tal y como se esperaba, el pelotón y, sobre todo, el equipo del líder, el Euskaltel, consintieron una fuga que permitió tranquilizar el pelotón, si bien el ritmo de los velocistas no permitió descanso alguno aprovechando el viento a favor. El héroe de la jornada fue Matej Jurco, un eslovaco del Milram que se marcó 100 kilómetros de escapada en solitario. De nada le sirvió la excursión aragonesa, ya que la alarma sonó en el pelotón cuando el retraso superaba los siete minutos. Los rodadores, conscientes de que sus opciones se multiplicaban tras el abandono de Daniele Bennati (Liquigas), no le dejaron hacerse demasiadas ilusiones y fue absorbido, junto a José Antonio López Gil (Andalucía Caja Sur) que volvió a buscar protagonismo, cuando restaban 10 kilómetros para la meta.

El Rabobank de Freire mantuvo a raya la fuga, y el Euskaltel del líder participó en las maniobras de aproximación. Con el grupo unificado a falta de 18 kilómetros, empezó la hora D: pelear por el control de la cabeza. Cada equipo jugaba con sus bazas. El Quick Step quería poner a Boonen en el podio, otra vez; el Lampre de Ballan buscaba sitio preferente para Ballan. Fue Pozzato, del Liquigas, quien animó el sprint con un salto tempranero a falta de un kilómetro. Demasiado precipitado, ya que el primer líder de la Vuelta se desfondó. Todos los grandes se presentaron en la batalla.

Freire encerrado, quedó sin opciones, Boonen no parece el que era y Sebastien Hinault cobró la ventaja suficiente para levantar los brazos, donde años antes lo hicieron velocistas de lustre como Djamolidine Abdoujaparov, Alessandro Petacchi y Erik Zabel, y celebrar un triunfo que hace justo premio a su larga trayectoria.

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