La afición del Córdoba volvió ayer a llenar El Arcángel para alentar a su equipo, aunque la derrota ante el Huesca sembró el pesimismo entre los seguidores blanquiverdes, que abandonaron el estadio con gesto serio y un silencio que dice mucho del estado de ánimo de la masa social del club. Ayer, el Córdoba puso todo de su parte para lograr los tres puntos y desde el club se organizó un recibimiento a los jugadores que tuvo bastante éxito. El reclamo para concentrar al mayor número de aficionados dos horas antes del inicio del encuentro fue una salmorejada, con cerveza y tortilla incluidas, que dio ambiente a los aledaños de El Arcángel ya antes de las 14:00. En la previa del choque, el nadador Paco Salinas recibió de manos de la presidenta de la Fundación del Córdoba, Isabel Madueño, el reconocimiento por su labor y éxitos. Y en la grada, 90 minutos de pasión con final triste, para una hinchada golpeada y que quiere seguir creyendo, aunque ahora cuesta más que nunca.