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Giménez enciende la pólvora in extremis

  • El central cabecea una falta en el minuto 91 para dar la victoria a Uruguay ante una sólida Egipto

Uruguay dio un paso clave hacia los octavos de final del Mundial de Rusia 2018 con una victoria agónica en su debut ante una sólida Egipto, gracias a un cabezazo salvador de José María Giménez en el minuto 91.

El central consiguió en el tiempo de descuento lo que no había logrado la temible ofensiva celeste liderada por Luis Suárez y Edinson Cavani en 90 minutos: vencer al imponente portero Mohamed Elshenawy y dar a Uruguay su primera victoria en un debut mundialista desde 1970.

Los tres puntos en Ekaterimburgo son claves para las expectativas de Uruguay en Rusia, donde también se enfrentará a Arabia Saudí y a Rusia. Egipto, que no pudo contar con su estrella, Mohamed Salah, sigue sin ganar en un Mundial y se complica su clasificación.

Los Faraones sufrieron su primer revés antes del encuentro: el técnico Héctor Cúper dejó en el banquillo a Salah, máxima estrella del equipo pero que aún no se ha recuperado por completo de la lesión que sufrió con el Liverpool en la final de la Liga de Campeones.

Pese al golpe, los africanos arrancaron con más atrevimiento del esperado y anularon la circulación de balón que caracteriza a la Uruguay de Tabárez.

Pasados 20 minutos, los sudamericanos solo habían llegado a la portería rival con un remate de Cavani desde el frontal del área en el minuto 9, contenido por Elshenawy, y otro desviado de Suárez, algo lento y bien anulado por un imponente Ahmed Fahti.

La dupla estrella celeste reapareció en el minuto 22: el córner derivado de un buen disparo de Cavani llegó a Suárez, que ante la portería vacía no logró dar de lleno al balón y lo mandó al lateral de la red. Demasiado poco para uno de los ataques más letales del Mundial.

Egipto se marchó al descanso imponiendo su plan. Como si no acusara impacto anímico por la baja de Salah, pudo cortar el juego uruguayo con la defensa diseñada por Cúper y hasta llegó varias veces al área rival, aunque sin verdadero peligro.

En los primeros compases del segundo tiempo, la primera conexión de Cavani con Suárez acabó con el delantero del Barcelona disparando a quemarropa ante Elshenawy, que desvió con la rodilla y comenzó a consolidarse como figura de los egipcios.

Uruguay empezó a impacientarse y Tabárez buscó dar nuevo aire a su proyección ofensiva haciendo entrar a Cristian Rodríguez y Carlos Sánchez por Nández y Arrascaeta, pero fue Egipto quien se acercó al gol con un disparo de Fahti contenido por Muslera.

Las llegadas de Uruguay se aceleraron al ritmo que crecía la estrella de Elshenawy, que a cinco del final voló para tapar un bombazo de Cavani. El propio Cavani estrelló en el palo un tiro libre en el 89.

El encuentro en el que se esperaba el brillo de Suárez o Salah parecía premiar como protagonista al guardameta egipcio, todo un símbolo del transcurso del partido.

Pero el héroe de la tarde fue otro: Giménez remató de cabeza a la red cuando el empate parecía sentenciado y dio una merecida victoria a una Uruguay que, pese a buscar más todo el partido, tendrá que afinar sus mecanismos ofensivos si quiere llegar lejos en Rusia.

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