Estaba a medio camino entre el augurio y el deseo, pero el tiempo lo está convirtiendo en realidad. Cuando Pau Gasol cerró su pase a los Lakers, el equipo de Phil Jackson pasó a ser, en un juicio general, uno de los más firmes candidatos al título de la NBA. Once días después del estreno del catalán ante los Nets, los Lakers caminan con paso firme hacia el liderato de la Conferencia Oeste. De momento, son segundos, tras retomar anteanoche el liderato de la División Pacífico después de que el binomio Bryant+Gasol (70 puntos entre ambos, con 41 para el escolta y 29 para el catalán) obligaran a claudicar a los Phoenix Suns, en los que se estrenaba un Shaquille O'Neal que nunca pudo con el ala-pívot español. El 124-130 final describe lo que fue el choque: un espectacular y ofensivo duelo entre candidatos al anillo.

Desde que Gasol ingresó en la disciplina californiana, los Lakers han disputado ocho partidos. El balance de siete triunfos y una única derrota conseguido por los del Staples Center es el tercer mejor registro de la Liga en los últimos tres días. Sólo el impoluto balance de cinco victorias en otros tantos partidos logrado por Hornets y Rockets supera al del nuevo equipo de Gasol, que, además, ha logrado este registro en plena gira por el Este -sólo disputaron en casa uno de los encuentros de este tramo-, en los que han superado a rivales potentes como los Magic o los propios Suns. Todo ello, además, contando con la lesión en un dedo que padece Kobe Bryant (aunque da la impresión de que el astro angelino ni la siente ni la padece, a tenor de los 31 tantos por noche que garantiza en las últimas dos semanas), con la baja de Andrew Bynum y con el natural periodo de adaptación de Gasol a su nuevo equipo. De hecho, el catalán ha aprovechado los cuatro días de parón del All Star Weekend para acometer la mudanza desde Memphis a Los Ángeles.

En todo caso, este periodo inicial ha servido para comprobar cuál será el rol del internacional español en unos Lakers que aspiran a todo. Gasol es la segunda opción en ataque para Phil Jackson, que ha descargado al catalán de minutos -no llega a 35 por noche- y de las tareas reboteadoras -en beneficio de Lamar Odom y Ronny Turiaf- para aprovechar su frescura en ataque y su capacidad para llegar como segunda oleada del contraataque. Así, aunque Pau tira menos que en Memphis, sus números ofensivos son mejores. Promedia 21,9 tantos por partido, con un porcentaje de acierto en tiros de campo extraordinario: un 65,1 por ciento. Paralelamente, Lamar Odom se ha visto beneficiado en su juego. Limitado en ataque, el ex de Heat y Clippers se ha destapado como el reboteador de referencia de los Lakers y un excelente distribuidor de juego. Además, gracias a una mejor selección de sus tiros y a consecuencia de los espacios que crea Pau, ha mejorado su rango de tiro hasta porcentajes superiores al 50 por ciento de acierto, algo inédito en su carrera. Comparando a los Lakers de Jackson con los Bulls que dirigió el mismo técnico, si Bryant es Jordan, Odom juega el papel de Pippen, pero sin cargas ofensivas, y Gasol el de Horace Grant, aunque con mucha mayor eficacia anotadora que el ala-pívot de Auburn.

No obstante, el español no se está limitando a anotar con eficacia. Dentro de su polivalencia, Gasol ha demostrado que sigue sabiendo rebotear (cazó 12 rechaces en su debut ante los Nets, y roza las ocho capturas por choque desde que viste de amarillo) o que es capaz de dirigir el juego desde el poste bajo (logró seis asistencias ante los Bobcats). Febrero es, en todo caso, el mes que puede lanzar a Gasol y los Lakers a la pole position de la Conferencia Este. El calendario les depara un duelo ante los Clippers, una visita a Seattle, un doble envite ante Portland y un fácil choque en casa ante los decadentes Heat. Cuando concluya el mes, L.A. puede ser líder destacado del Oeste a 23 partidos vista del play off. Entonces, quizá, empezará el tiempo para soñar.

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