Golf l Open Británico

García y Jiménez van de la mano en el estreno

  • Los dos españoles se hallan a tres golpes de la terna de líderes: Mediate, McDowell y Allenby

Verano en la costa oeste inglesa, es decir, viento furioso, frío y lluvia, y un birdie que tardó en llegar 15 largos hoyos para el español Sergio García, el principal candidato al título del 137 Open Británico de golf, que puso a salvo su papel estelar en el Royal Birkdale inglés en una primera ronda con triple empate en cabeza.

El estadounidense Rocco Mediate, el norirlandés Graeme McDowell y el australiano Robert Allenby fueron los únicos capaces de ganar al campo, con tarjetas de 69 golpes (uno abajo).

Lo que hicieron ayer estos tres hombres en el infernal Royal Birkdale fue de grandes golfistas, en medio de un constante azote del viento, la lluvia y el frío. Lo que hicieron García y también el malagueño Miguel Ángel Jiménez fue superar con buena nota (72 golpes) el complicado debut de unos favoritos que buscan su primer título de Grand Slam, ante la ausencia por lesión en la rodilla izquierda de Tiger Woods, el gran dominador del golf moderno.

Al margen del esperanzador juego de García -como Jiménez, a tres golpes de la cabeza- y el sobresaliente trabajo de Mediate y McDowell, el éxito inicial fue para el golf australiano.

Además del líder Allenby, otros dos aussies comparten la cuarta plaza con Bart Bryan y al par del campo (70): Adam Scott y el bicampeón Greg Norman, que a sus 53 primaveras regresó a un Open tres años después, para marcar su vigesimosexta comparecencia.

Norman, ex número uno mundial y campeón del Open Británico en 1986 y 1993, impartió lecciones de golf en la sesión vespertina, la más apacible, pues lo peor del citado verano de la costa inglesa sobrevino por la mañana.

El fuerte viento y la lluvia matinal borró del mapa a firmes candidatos, como el surafricano Ernie Els (80 golpes), el estadounidense Phil Mickelson (79) y el fiyiano Vijay Singh (80).

La desesperación y el pánico generalizado previno a los golfistas que partieron tras el almuerzo. Por la tarde cesó la lluvia y bajaron levemente los registros. García se aprovechó de ello, e inteligentemente lo hizo también Jiménez y el debutante Pablo Larrazábal (75 golpes).

García, no muy fino en los greenes, sí entendió la estrategia para sobrevivir en un links, la misma que usó el estadounidense Todd Hamilton en el Open de 2004 en Troon, al ganar asido al híbrido desde las salidas, o la que empleó Tiger en Hoylake, en su último triunfo de 2006, manejando una o, a lo sumo, dos veces por vuelta el driver.

Hierros largos, madera tres y altas dosis de paciencia fueron las armas del castellonense. Si Hamilton y Tiger en los citados Open lograron esquivar los peligrosos bunkers de calle y el temible rough que alcanza la altura de las rodillas, el español extrajo todo el jugo a una ronda de terror pánico generalizado. La jornada pedía sobrevivir y firmes siguen García y Jiménez.

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