Que la victoria es el prozac del fútbol lo sabe hasta el que asó la manteca. Que el Córdoba está en un momento de juego nada más que regular, también.

Así las cosas, la plantilla ha asumido el choque del próximo domingo en Soria como una reválidad, como una forma de reverdecer su propio ego.

Y por eso, el capitán de la nave no tuvo problemas en valorar una posible victoria en Los Pajaritos como la mejor manera de revertir el estado general del equipo: "Sería una forma de acabar el año y pasar una buenas vacaciones, olvidando todo lo pasado".

Tiene razones para argumentar la posible victoria, porque cree que "el Córdoba es capaz de ganar a cualquier equipo de Segunda. Hemos jugado partidos fuera buenos en Vitoria o Vigo".

Así que clave será "estar bien plantados atrás y dejar pocos espacios al rival, luego con el balón tenemos gente arriba que puede hacer mucho daño en las contras. Pero, sobre todo, hay que fijarse en la tarea defensiva".

Sobre el frío que se van a encontrar en la ciudad castellanoleonesa, el italiano recordó que ya sabían cuando fueron conscientes del calendario que el 23 de diciembre Soria suele registrar temperaturas gélidas, por lo que "ya estamos concienciados".

Por otra parte, y sobre la resolución del Comité respecto a los sucesos del sábado pasado ante el Albacete, el transalpino señaló que "la sanción me parece buena, estoy contento por cómo ha pasado todo y hay que intentar olvidarlo, porque tenía muy mala pinta la cosa antes de lo de ayer".

Eso sí, aprovechó para puntualizar que "llevo en Córdoba cuatro años y lo que han hablado durante la semana los periodistas nacionales de esta afición no es real. Espero que pronto puedan hablar del Córdoba por otras cosas mucho mejores".

Por último, valoró positivamente la actuación de la dupla de centrales Aurelio y Pablo (en su ausencia), así que no tiene tan claro que vaya a volver a ser titular el domingo: "Lo tiene que decidir el entrenador. El nivel de la plantilla es bueno y ni yo ni nadie tenemos el puesto asegurado".