El Sevilla ganó el derbi hispalense con suficiencia y saber estar ante un Betis que le puso muchas ganas pero pocos recursos, aunque el triunfo visitante, que supone asegurarse participación europea por quinto año consecutivo, quedó entristecido al no tener ya opciones de Liga de Campeones. El consuelo es la Copa de la UEFA.

El Betis, que se había asegurado la permanencia en la jornada anterior, se jugaba dar la alegría del año a sus seguidores en este partido de máxima rivalidad, pero fue de más a menos y acabó totalmente controlado por su rival.

Como ya había sucedido el pasado miércoles en Santander, el técnico sevillista, Manolo Jiménez, quiso reforzar el centro del campo con la presencia del argentino Fazio, con lo que volvió a sacrificar a Jesús Navas en la banda derecha para equilibrar el potencial local en la medular. En el bando verdiblanco, Paco Chaparro volvió a contar con el brasileño Edu, que reapareció después de varias jornadas lesionado.

A la media hora se llegó con un dominio infructuoso del Betis. Y los de Nervión aprovecharon para poner el 0-1 en un pase al espacio libre del brasileño Daniel Alves a su compatriota Luis Fabiano, quien, con serenidad, batió al portugués Ricardo. Es su vigesimocuarto tanto en este campeonato, aunque Güiza (26) es favorito para finalizar como pichichi.

Los de Chaparro iniciaron la segunda parte con las mismas ganas con las que habían acabado la primera, pero otra vez pegó el Sevilla: Daniel Alves sacó un córner y Fazio marcó con un cabezazo desviado por Damià.

Poco después, en el minuto 55, los dos equipos se quedaron con diez por las expulsiones de Daniel Alves y Arzu tras una trifulca entre varios futbolistas.

Este incidente pareció favorecer a los locales, ya que Daniel Alves aporta mucho al Sevilla. El Betis le puso ganas, pero careció de ideas y decayó en el plano físico. Así, los de Jiménez pudieron aumentar la cuenta a la contra.