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"Al Ferrol hay que matarlo"

  • La plantilla del Córdoba pasa página tras lo vivido en Gijón y ya piensa en el decisivo choque del domingo · Siguen las quejas sobre la actuación el sábado de Estrada Hernández en El Molinón

Quiso la casualidad que ayer en la estación del AVE coincidieran a la misma hora (por viajar en igual tren) tanto los montañeros de la expedición cordobesa que acaba de subir al Everest como los jugadores de la primera plantilla del Córdoba. Los primeros eran aclamados por familiares, amigos y políticos. Todos querían hacerse fotos con unos anónimos deportistas (ya menos) que acababan de hacer una gesta tan increíble como la de subir hasta la cima del mundo. A ocho mil y pico metros.

Eso era en una de las escaleras de salida. En la otra, cabizbajos y cariacontecidos (casi de incógnito), salían los miembros de la expedición blanquiverde. Bastante serios. El director deportivo, Emilio Vega, marchaba el primero. Cara larga y semblante de circunstancias mientras despachaba con un saludo sin mucha vida a los periodistas presentes.

Detrás de él aparecían los futbolistas. No todos. Algunos aprovecharon el día de descanso para quedarse en Madrid unas horas (entre otras cosas para ver el partido de play off de ascenso a Segunda entre el Rayo y el Benidorm). Los que sí estaban en seguida eran abordados por los periodistas presentes. A pesar de que no estaban con el ánimo como para responder a casi nada.

Pierini, que siempre contesta para lo bueno y para lo malo, asumía la voz cantante. Era requerido con la misma celeridad y naturalidad con la que él asumía su condición de capitán y portavoz: "Estamos un poco tocados porque íbamos ganando y no merecíamos perder el partido".

Así empezaba su cuento triste de domingo. Una historia que, a juicio del italiano, bien podría haber tenido un epílogo bien diferente de no haber mediado la figura del colegiado Estrada Fernández, toda vez que "el primero de los goles fue fuera de juego y en el segundo me empujan desde atrás, pero en un campo así es muy complicado pitar". En todo caso, Pierini se queda con la positiva imagen dejada por los cordobesistas ante un equipo que se jugaba un ascenso a Primera: "En la segunda parte ellos no tuvieron más ocasiones que los dos goles". Un consuelo que no evita que le salga un ay en forma de suspiro.

Pero, árbitros al margen, la noticia que ya no es noticia es que al Córdoba le volvieron a remontar un tanteo favorable. Después de tres jornadas victoriosas, tienen que volver a hablar de fallos: "El error que tuvimos en la segunda parte, después de conseguir la ventaja en el marcador, fue no tener más el balón. Parecía que nos quemaba, pero si en momentos puntuales no te pitan un fuera de juego y te meten un gol, está claro que cambia el partido y además en un campo como el del Sporting", insistió el central toscano cargando nuevamente contra el trencilla catalán de la contienda.

La informal comparecencia del defensor se resumió con un final esperanzador. "Creo que estuvimos bien y eso tiene que darnos ánimos de cara al próximo partido porque tenemos que ganar al Ferrol", explicó Pierini. De hecho, frente al Racing se puede hablar, según el capitán, de "el partido". El último y el primero.

Guzmán también desgranó sus sensaciones tras el partido en El Molinón, cuyo resultado ha significado, a la postre, la caída de los blanquiverdes a la zona de descenso. El rapidísimo jugador diestro comentaba sobre el duelo de l sábado que "fue un partido muy disputado, en el que logramos ponernos por delante por nuestros méritos. Creo que el equipo hizo muy buen trabajo pero el primer gol nos hizo mucho daño". Guzmán no quería ir muy lejos con sus comentarios sobre la labor del colegiado. Simplemente explicó que "no sé cómo se habrá visto aquí, pero allí vimos fuera de juego y falta, pero hasta es normal con el ambiente que había". Sí, un colorido y una agitación estremecedora y fruto de la propia necesidad de la institución. Exactamente la misma hambre que tiene la hinchada del Córdoba de salvación, así que "esperemos que la próxima semana se viva lo mismo en El Arcángel" porque "el partido ante el Racing de Ferrol es el más importante del año, donde nos lo jugamos todo. Y delante de nuestra afición creo que no vamos a fallar". El pacense, uno de los revulsivos del equipo en las últimas jornadas tras recibir de José González la confianza que le negó Paco Jémez, se mostraba ayer moderadamente optimista.

Guzmán confiaba en que "los resultados hoy (por ayer) también sean buenos (al final lo fueron regular nada más)", pero en cualquier caso entendía que "la victoria ante el Ferrol depende de "nosotros" y por eso "el equipo tiene que centrarse en sí mismo porque estamos en una buena línea, a pesar de la derrota". Vamos, que el domingo ante el Racing de Ferrol "hay que matarlos" según el centrocampista. Eso sí, el duro propósito se enmarca dentro de los parámetros deportivos.

En un lado, los montañeros que subieron al Everest, el pico más alto. En el otro, menuda paradoja, unos jugadores que siguen pendientes de todo y que tuvieron la cima a tan sólo unos minutos. Ahora les queda una semana para tomar oxígeno e impulso para asaltar esa gloria que está tiro de una victoria y pico. De casi ocho mil metros.

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