Tenis

Federer, ante una ocasión única en la tierra de París

  • Kuznetsova se corona en la final femenina al batir a su compatriota Safina en dos mangas

Roger Federer, ese hombre correcto que se pasea con naturalidad por el cielo del tenis, tiene hoy una oportunidad idílica para ganar Roland Garros y eliminar una de las últimas máculas que le separan para confirmarse como uno de los mejores tenistas de la historia.

Enfrente tendrá a Robin Soderling, que ha explotado tenísticamente en este torneo y se ha ganado todo el derecho de intentar ser él quien seduzca a la caprichosa historia -la suya propia, ya que conquistaría su primer Grand Slam- y dejar al suizo con la miel en los labios.

París desea que Federer gane, igual que en cada una de las finales que ha perdido en los últimos tres años frente al español Rafa Nadal, el que parecía el dueño incontestable de este torneo hasta que Soderling acabó con él en octavos de final.

El sueco, que se convertirá si gana en el tercero de su país en triunfar en Roland Garros tras Bjorn Borg (1974) y Mats Wilander (1982), dijo en la víspera del partido que la historia "no es algo en lo que piense". "Soy muy, muy afortunado de poder jugar la final de un Grand Slam contra quien probablemente es el mejor jugador de todos los tiempos", comentó.

Por su parte, si Federer es el que levanta la Copa de los Mosqueteros, se convertirá en el sexto jugador en lograr todos los títulos de Grand Slam -el último fue Agassi en 1999- e igualará el récord de Pete Sampras de 14 títulos de esa categoría.

Federer se sabe favorito frente al sueco y lo reconoce. No ignora que tendrá todo a su favor, empezando por la ausencia de Nadal y terminando por el apoyo del público. Además, el suizo siempre ha ganado en las nueve veces que se han enfrentado, circunstancia que Soderling aprovecha para alabarle y trasladar toda la presión a su rival.

Por su parte, la rusa Svetlana Kuznetsova, séptima jugadora mundial, sorprendió ayer a la número uno mundial, su compatriota Dinara Safina, imponiéndose por un contundente 6-4 y 6-2 en la final de Roland Garros para ganar su segundo torneo de Grand Slam tras el US Open de 2004. Sveta cumplió así un viejo sueño que le impidió culminar en 2006 la belga Justine Henin.

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