La selección holandesa tumbó a Francia (2-0) en un tenso partido disputado en Rotterdam y provocó así el descenso de Alemania en el Grupo A1 de la Liga de Naciones. El combinado dirigido por Ronald Koeman sólo necesita un empate ante los germanos para asegurarse el billete a la Final Four.

Fue un tanto de Wijnaldum en las postrimerías del primer tiempo el que puso el encuentro de cara a los holandeses frente a la campeona del mundo. Y tras el paso por los vestuarios, pudieron ampliar su renta al contragolpe.

Los locales remataron hasta 11 veces entre los tres palos de la portería de Hugo Lloris y de no ser por el meta francés habrían obtenido un resultado más abultado. Superior, pero sin la dosis de determinación necesaria para llevar a los galos a la lona, Holanda llegó a los minutos finales con sólo un gol de ventaja.

Los bleus tuvieron algún acercamiento, pero nunca inquietaron a Cillesen de verdad. Ni siquiera los cambios de Deschamps, que movió ficha pronto con uno doble, pudieron reactivar el ataque galo. Los minutos pasaban y los de Koeman se presumían ganadores. Y ya en el tiempo de prolongación, Memphis Depay puso la guinda a su brillante actuación convirtiendo una pena máxima que dejaba el envite visto para sentencia.

La victoria neerlandesa finiquitaba las posibilidades de Alemania, que pendían de un hilo, de seguir en la máxima categoría de la Liga de Naciones. Holanda tumbó con facilidad a una Francia irreconocible, con jugadores de la talla de Griezmann o Mbappe muy desconectados.