tiro olímpico

"Espero que esto no suceda más"

  • "Me sentí muy mal después de haberme ganado el derecho a tirar con los mejores", asegura Fátima Gálvez tras ser excluida de la final general del International Costa del Sol Grand Prix

Fátima Gálvez limpia su escopeta después de disparar en una competición.

Fátima Gálvez limpia su escopeta después de disparar en una competición. / efe

La denuncia que Fátima Gálvez hizo pública el pasado domingo en sus redes sociales sobre su exclusión de la final general del International Costa del Sol Grand Prix de foso olímpico que se celebraba en el campo de tiro de Jarapalo, en Alhaurín de la Torre, ha vuelto a poner en debate ciertas normas establecidas en algunas modalidades deportivas. La tiradora baenense se vio fuera de la lucha por el premio en la clasificación general tras haber quedado segunda en el total de categorías durante la fase de clasificación, con el argumento por parte de la organización de que su inscripción se ceñía a la categoría de damas, de menor coste que la sénior (como se denomina a los hombres).

Puestos en contacto con Fátima, la cordobesa reitera algo que ya comentó en su escrito de denuncia, que se inscribió en damas "porque no me puedo inscribir como sénior porque soy mujer y no hombre". La baenense, sin embargo, recuerda que, como le ha sucedido en otras competiciones, ese impedimento que le pone el reglamento para luchar con los mejores se subsana llegado el caso de alcanzar un premio económico en la general descontando de esa cantidad la diferencia de precio en la inscripción (30 euros), de ahí que indique que "nunca me he ido de una tirada sin pagar mi inscripción como sénior". Por otro lado, desde la organización de la prueba, de la que se encargaba el Club de Tiro Jarapalo, insisten en que la reglamentación de la Federación Internacional de Tiro Olímpico -por la que se regía la competición- impide valorar en la misma categoría a hombres y mujeres, y que los cuatro jueces pertenecientes a este estamento que controlaban la prueba se ciñeron a lo establecido.

Fátima, sin embargo, pone en duda ese argumento al asegurar que "la Federación Internacional establece que los premios deben ser iguales para hombres y mujeres", algo que en esta competición no sucedía, por lo que entiende que "el argumento de que la competición se regía por esa reglamentación internacional se cae por su propio peso". En el Grand Prix Costa del Sol, el máximo premio para la categoría general era de 600 euros, mientras que en la categorías de damas se quedaba en 150. La baenense expone que "el cartel de la competición dice que hay premios para la general, que engloba a todas las modalidades" y aseguró que no habría tenido "ningún problema" en pagar la inscripción como sénior desde el primer momento, "si se me hubiese indicado antes de iniciar la prueba que esa era la única forma de optar a la categoría general".

El motivo por el que Fátima Gálvez entiende que su exclusión fue un caso de "discriminación y machismo" reside en que, "el director de competición me aseguró que podía tirar en la final, pese a la reclamación de dos tiradores", que lograron una deliberación posterior de los jueces que le fue esquiva. "Me sentí muy mal después de haberme ganado el derecho a tirar con los mejores", lamenta Fátima, que cree que la solución a estos conflictos pasa por "que todos paguemos por igual en las inscripciones, pero no puede ser que una vez que se termina la clasificación, se decida que no puedo tirar la final".

Gálvez, que asegura que recibió el apoyo de muchos compañeros de competición en el momento de la discordia, dejó claro que no quiere "perjudicar al campo de Jarapalo ni a nadie, sólo busco que esto no pase más, que ninguna mujer se vea en esta situación".

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