El ERE del Córdoba ya es historia. En realidad el Expediente de Regulación de Empleo nunca existió porque el juez no llegó a tramitarlo, aunque afectó a siete futbolistas de la plantilla -más el responsable de la cantera, Iñaki López Murga; el jefe de prensa, Isabelo Bejarano, y la jefa de taquillas, Pepa Zurera-. Todos han vivido un verano muy desagradable, desde luego, porque no es plato de buen gusto verte fuera de los planes de una sociedad cuando tienes contrato en vigor. El asunto se resolvió ayer definitivamente con Gaspar y Pepe Díaz a las órdenes de Paco Jémez tras rebajarse el sueldo, por lo que continúan siendo dos de los pesos pesados del vestuario; Agus, David de Coz, Javi Flores -no se han ejercitado con sus ya ex compañeros desde el martes- y Usero libres para buscarse equipo tras aceptar el finiquito del club... y Raúl Navas despedido. El guardameta gaditano continúa en sus trece de no negociar cueste lo que cueste, así que la entidad no ha tenido más remedio que cortar por lo sano.

Carlos González anunció el pasado domingo, horas antes del partido de presentación ante el Sevilla, que el ERE "está en manos de los abogados. La semana que viene se va a resolver de una forma u otra. Bajarán nuestros abogados, que están en Galicia, el martes o el miércoles, y ahí se resolverá esta incidencia". Dicho y hecho.

El Arcángel fue el primer escenario de una de reuniones. Por la mañana acogió un encuentro en el que los servicios jurídicos contratados por el club delimitaron la estrategia a seguir en presencia del presidente, el vicepresidente y consejero delegado, Javier Jiménez, y el asesor jurídico, Antonio Romero Campanero.

Por la tarde, ya en Málaga, se dio carpetazo al tema. Daniel Pastor, el administrador que mueve los hilos en el concurso de acreedores del CCF, accedió al estadio San Ignacio en compañía de González y Jiménez. Y junto a este último, por espacio de media hora, aprovechó los prolegómenos del amistoso con El Palo para firmar infinidad de documentos con el membrete blanquiverde.

Pastor afirmó que "se ha presentado el informe al juzgado y todo va bien". Y ciñéndose a la rabiosa actualidad aclaró que "el ERE se va a quitar. Se ha llegado a un acuerdo con todos, salvo con Raúl Navas. Si él quiere llegar a un acuerdo, bien, y si no tiene el despido. Es más operativo que un ERE. Nosotros hemos firmado la carta de despido, hemos dado nuestro visto bueno, y ahora tiene que recoger los pagos. Y si no, es él quien tiene que poner la demanda de despido. Tiene un año para poner la demanda". Asimismo, descartó la opción de que el meta siga ejercitándose con el grupo, como hasta la fecha, porque "si está despedido, está despedido". Para que no haya dudas.

Con todo el papeleo solucionado, González, Jiménez y Pastor cruzaron el campo para informar directamente al secretario técnico, Juan Luna Eslava, y el entrenador, Paco Jémez, que se encontraban en la zona de banquillos en pleno calentamiento de los jugadores. El máximo mandatario cordobesista y el administrador concursal acabaron empapados por culpa de los aspersores, empleados minutos antes del partido para que el césped artificial estuviera rápido. No obstante, no les vino mal por el calor que todavía hacía en Málaga a eso de las ocho y cuarto de la tarde... y por el sofocón provocado por un conflicto que ha tocado a su fin.