Deportes

Defendiendo así, es imposible

Señores si no defendemos mejor no hay manera de afrontar la parte definitiva de este campeonato con verdaderas garantías para lograr el objetivo del ascenso a Primera. No nos engañemos. El Córdoba cuenta con uno de los mejores ataques de Segunda División por no decir que el mejor, pero a la vez es uno de los cinco equipos más goleados de la categoría y esto en un equipo que quiere quedar entre los dos primeros clasificados es muy grave. En la matinal del domingo demostró porqué. No se pueden encajar goles como lo hace el equipo blanquiverde. Tres goles en tres acciones totalmente desafortunadas de todo el sistema defensivo. El propio José Luis Oltra lo adelantó en la previa. El técnico advirtió que para que el Córdoba ganara en Alcorcón necesitaba marcar más de un gol. Tal vez dando por hecho que su equipo encajaría algún tanto. Y lo grave es que para no acabar perdiendo tuvo que marcar hasta en tres ocasiones. Un equipo que consigue marcar tres goles fuera de su estadio debe acabar ganando.

La sangría defensiva de los últimos partidos está siendo alarmante. El Córdoba tiene un problema y grave. De esta forma ni que se fichen dos, tres o siete jugadores. Ni que Florin marque en casi todos los partidos. Y eso que la igualdad existente en la categoría está permitiendo que un equipo que acumula ocho derrotas esté tercero y opte a los puestos de ascenso directo. Esto era impensable hace algunas temporadas.

Los tres goles encajados el pasado domingo dan que pensar. Y no podemos culpar sólo y exclusivamente a la presencia de Bijimine en el once titular. El chaval apunta maneras y puede ser en poco tiempo un jugador fiable, pero es cierto que está demasiado verde para las exigencias de un equipo que quiere subir sin pasar por las eliminatorias de ascenso. Pese a ello el sistema defensivo cordobesista hace aguas por todas partes. El primer gol alfarero fue una imagen fidedigna de cómo defiende este equipo. La acción fue a balón parado. Fue un saque de esquina. Amontonamiento de jugadores delante de Falcón, hasta seis, y el balón se pasea por delante del meta y los defensores sin que nadie aleje el peligro hasta que Chema Rodríguez pone su interior del pide derecho para marcar. Desastre total. De patio de colegio, vamos.

Pero, ¿qué me dicen del segundo? Víctor Pérez, desconocido en este encuentro, se desenchufa del partido dentro del área blanquiverde y pega un patadón al aire cuando ya había pasado el balón con tan mala fortuna que impacta en un atacante amarillo, provocando un claro penalti. Ya van dos. Pero es que el tercero es ya digno de estudio. El partido entraba en los últimos minutos con el 2-3 en el marcador gracias a los goles de Raúl de Tomás, Florin Andone y Pedro Ríos. Los tres puntos de vital importancia parecían estar muy cerca. Esta vez no había inferioridad numérica que complicara aún más la situación. El Alcorcón atacaba por banda derecha. El Córdoba parecía estar bien organizado. Sin dejar espacios libres y sin aventurarse ya a inútiles ataques que permitieran el contragolpe rival. Pero bastó un balón al área para poner en evidencia la falta de concentración de toda la defensa cordobesista, dejando hasta a dos jugadores libres de marca. El balón fue a parar al segundo palo tras un primer remate fallido en el punto de penalti y David Rodríguez, en posible fuera de juego, remató de cabeza ante la desesperada salida de Falcón. Era el empate a tres goles. Otros dos puntos perdidos. Y ya van unos cuantos. Errores como estos hacen que un equipo se desquicie, rompa su armonía y empiece a dudar de sus posibilidades reales para conseguir el objetivo.

Se trata de ser o no ser competitivos y hoy por hoy el Córdoba no lo es porque para que lo sea debe ser un equipo concentrado y no lo está siendo en los últimos partidos. Esa falta de concentración está otorgando demasiadas facilidades a sus rivales y en un campo como el del Alcorcón los errores de este tipo se pagan muy caros. El partido de Alcorcón debe marcar un antes y un después. Ya no se pueden hacer más concesiones defensivas. Ya no se pueden cometer errores infantiles. Ya no se puede perder el sentido de la marca. Si estos errores se siguen cometiendo, el Córdoba no sólo no podrá optar al ascenso directo, sino que puede poner en peligro la brillante temporada que está haciendo.

El Córdoba, que estaba controlando más o menos el partido, lo dejó escapar cuando lo tenía a su alcance. O la situación se corrige o habrá que dejar en manos de su ataque todo para ganar los partidos. Claro que todo lo que no sea marcar más de dos goles por partido supondrá dejar escapar puntos de manera irremediable. Que San Florin nos asista.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios