Córdoba | real sociedad · informe técnico

Dando la cara hasta el final

  • Luna reforzó el eje, pero la Real mostró más empaque desde el inicio · El Córdoba se repuso y mereció voltear el marcador · Pierini rescató un punto en el descuento

Luna Eslava apenas se sentó y Lillo apenas se levantó, lo que ilustra el vuelo de sus respectivos equipos. Por eso tiene mérito que los blanquiverdes no hincaran la rodilla.

DEFENSA

El Córdoba salió con un doble pivote de contención (Ito-Endika) para contrarrestar el poderío de la Real Sociedad en el eje. Sin embargo, ambos estuvieron lentos y erráticos. Por su parte, Gaspar y Pierini se alternaron en la vigilancia del bullicioso e inoperante Necati.

La Real Sociedad concentró su peligro a balón parado, a partir del toque de Castillo, y en su costado derecho. Xabi Prieto tiró de calidad y el lateral Carlos Martínez profundizó, ganando la línea de fondo en un par de ocasiones. Rubén, superado por las circunstancias, no pudo frenar al zurdo Marcos en el 0-1.

El cuadro donostiarra perdió el paso en la segunda mitad. Necati, estéril, cedió el testigo a Agirretxe, que en apenas nueve minutos rentabilizó el retoque con el 1-2. Fue una contra perfecta, fulgurante, en la que el canterano puso la rúbrica a la magnífica jugada de Aranburu. Fue un fracaso de toda la banda izquierda: José Vega perdió el cuero en las inmediaciones del área contraria y Rubén se tragó el decisivo pase en profundidad hacia Marcos.

Poco más hizo la Real, salvo desperdiciar algún contragolpe nítido, perder tiempo con los cambios y lamentarse por la postrera igualada.

ATAQUE

Luna dispuso un 4-2-3-1, con Yordi como hombre-boya. El gaditano, más enchufado que otros días, conectó sendos remates en un córner y una falta frontal, bajó varios pelotazos para jugar el balón con sentido y fue clave en el empate: Mario sacó de banda, él peinó y Arteaga remachó en el segundo palo. El Córdoba estaba atascado y se aferró a una acción de pizarra para volver a meterse en el partido.

Hasta esa jugada, el equipo sólo había plasmado tibiamente su afán por recuperar y salir en rápidas transiciones, apoyado en la velocidad de Guzmán y Arteaga y el ingenio de Javi Flores. La inconsistencia en la presión y los errores de los mediocentros limitaron las opciones de sorprender al conjunto menos goleado de la categoría.

El Córdoba volvió del intermedio con José Vega (entró por Arteaga en el 48') e intentó transmitir un perfil más vistoso, triangulando por momentos, hasta el punto de arrinconar a la Real. Sus posibilidades pasaron por destellos como los de Guzmán, en una cabalgada de 70 metros, o Javi Flores, con una bicicleta marca de la casa a Diego Rivas y un centro blocado por Bravo en dos tiempos. Y, sobre todo, por Yordi, que en el minuto 65 robó la pelota a Ansotegi, dribló a Bravo, iba a marcar... pero el propio central detuvo su tiro a puerta vacía, camino del 2-1. Y de inmediato se pasó al 1-2.

A Javi Flores no se le encendió la bombilla en el asedio posterior, acrecentado con Asen y Cristian Álvarez (actuó como lateral). Los dos últimos en saltar al césped generaron la penúltima ocasión, con centro del argentino y remate con la chepa del madrileño. El suspiro definitivo lo dio Pierini, en el área tras un córner a favor en el que había subido hasta Valle: Cristian la puso y el italiano, con ímpetu y decisión, anotó el 2-2 sin tiempo para más.

VIRTUDES

El Córdoba necesitaba un golpe de efecto así para creer en sus posibilidades. El libreto táctico de Luna Eslava tiene variantes.

TALÓN DE AQUILES

La Real Sociedad es más equipo que el Córdoba, aunque eso se daba por sentado. Los blanquiverdes deben atajar las lagunas atrás.

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