Ciclismo l Vuelta a España

Clase magistral de Freire

  • El cántabro, que se retirará hoy para preparar el Mundial de Varese, se impuso en un antológico 'sprint' a Boonen · Egoi Martínez mantiene el maillot de líder

Óscar Freire, triple campeón mundial de fondo en carretera y aspirante al cuarto título en la próxima cita de Varese, ofreció una clase magistral de cómo se disputa un sprint y se adjudicó la undécima etapa de la Vuelta en Burgos, en un codo a codo antológico con el belga Tom Boonen.

"Ha ganado un gran campeón", dijo el italiano Paolo Bettini, sabio en materia de títulos (2 del mundo y 1 olímpico). Y no le faltó razón, ya que el pulso que mantuvo con Boonen fue antológico. A la tercera fue la vencida, se colocó bien y se pegó a Boonen hasta el momento de la gran remontada. Espectacular el cántabro, que firmó un tiempo de 4:19.27 en el trayecto de 178 kilómetros entre Calahorra y Burgos.

Freire, de 32 años, se retirará hoy, en Suances, su tierra, con el objetivo cumplido de pescar una etapa. Antes de irse a soñar con el cuarto maillot arco iris, marcó el territorio ante Boonen y el argentino Juan José Haedo (CSC), los que discutieron sin éxito el triunfo al español. El alemán Erik Zabel (Milram) se conformó con la cuarta plaza y Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel) se metió entre los grandes. Fue sexto.

La etapa que unió La Rioja y Castilla no alteró la general. Un día más Egoi Martínez (Euskaltel) conservó el jersey oro. Un sueño que se acerca a su fin, pero que de momento harta de felicidad al ciclista navarro. Leipheimer le sigue a 11 segundos y Alberto Contador es tercero a 32.

Una etapa marcada a fuego por los equipos de los esprinters, que no pueden desaprovechar las opciones con Asturias a la vuelta de la esquina, también por algunos guepardos que debían mojar para saldar cuentas y cargarse de moral para el Mundial, caso de los Freire, Bettini y Boonen.

Hasta el duelo a alta velocidad, el mismo guión de siempre. Escapada consentida y luego controlada y caza cerca de la meta. En esta ocasión animaron la etapa José Antonio López Gil (Andalucía Cajasur), el tragamillas plusmarquista mundial de kilómetros en fuga, el gallego Serafín Martínez (Xacobeo) y el ucraniano Andrey Grivko (Milram). Una diferencia máxima de 5 minutos en el kilómetro 48 evidenciaba el futuro del proyecto aventurero. Euskaltel, Lampre y Rabobank se pusieron manos a la obra para estabilizar el retraso en torno a los 2 minutos al paso por la cima del Puerto de Valmala, única dificultad de la etapa.

A 5 kilómetros de meta se acabó el sueño del trío animador. Bettini dejó las pocas fuerzas que le quedaban para poner el pelotón en fila india, después sus compañeros del Quick Step montaron el tren para Boonen, de manera que el belga tenia todo a favor para llegar victorioso a Burgos.

Con el sprint loco apareció un tal Óscar Freire, maestro en el arte de buscarse la vida, ingeniero de la colocación y catedrático a la hora de definir. Un campeón que nunca falla. Freire firmó su séptima victoria de etapa en su trayectoria en la Vuelta, también la séptima de la temporada. Dos veces ganador de la Milán-San Remo y último maillot verde del Tour, el cántabro deja la Vuelta con el reciente recuerdo de entrar en meta con los brazos en alto. Y ya los tiene preparados para el Mundial de Varese. Donde pone el ojo...

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