El Ciudad de Lucena ha conseguido uno de esos fichajes importantes que perseguía para dar un salto de calidad a su plantilla. Se trata de Carlos García, mediocentro sevillano de 27 años que procede del Cabecense y que cuenta con una amplia e interesante trayectoria a sus espaldas, después de salir de la cantera del Real Betis hace unos años como una gran promesa.

El nuevo jugador del club lucentino despuntó muy pronto en las categorías inferiores del club verdiblanco y completó una brillante etapa hasta alcanzar el filial bético. García debutó incluso con el primer equipo en Primera División, en el curso 2012-13, confirmando las grandes expectativas que tenían puestas en él.

Sin embargo, el mediocentro no acabó de asentarse en el Betis y salió con rumbo al Nàstic de Tarragona para jugar en Segunda División. Los tarraconenses lo cedieron tras unos meses a la Pobla de Mafumet, con quien jugó en Segunda B. Después de un año dubitativo, Carlos García recuperó su mejor nivel en el Atlético Sanluqueño, jugando más de 30 partidos en la categoría de bronce en la campaña 2016-2017.

Aquello le valió para fichar por el Jumilla, en el que apenas completó unos meses antes de marcharse a la UD Logroñés. En el curso 2018-2019, García pasó al Racing de Ferrol y hace dos temporadas regresó al fútbol sevillano para jugar en el Coria de Tercera División. Su último equipo, también en Tercera, fue el Cabecense, con el que la campaña pasada disputó 24 partidos.

Con una amplia experiencia en Segunda División B y Tercera, e incluso en categorías superiores, el centrocampista sevillano llega ahora al Ciudad de Lucena con la vitola de jugador importante en el esquema de los hermanos Carrasco. Sus características de jugador técnico se adaptan bastante bien a la idea de juego de los técnicos del club lucentino, por lo que cabe esperar que Carlos García se convierta en uno de los referentes del cuadro celeste, que da con este fichaje un salto de calidad interesante para afrontar la Tercera RFEF con garantías.