Accedió a la sala de prensa con zapatillas blancas, polo rojo y chándal, el uniforme oficial del Córdoba para el desplazamiento a Castellón, realizado con un día de antelación con respecto a lo que ha sido norma durante la temporada. No obstante, Paco Jémez ya lo había planeado así. José González ofreció ayer su primer balance como entrenador blanquiverde después de tres días de trabajo, en los que ha advertido la implicación del grupo. Consciente de que ahora prima su adaptación al equipo, y no al revés, el gaditano recalcó que la solidaridad es clave en su método de trabajo, como debe apreciarse desde mañana hasta el próximo 15 de junio. Entonces habrá que valorar si la medida de destituir a Paco para darle las riendas fue un acierto o acentuó los síntomas de debilidad hasta desembocar en la tan temida Segunda B.

"Los he visto con muchas ganas de trabajar, algo que ya conocía. Sabía que el equipo estaba muy involucrado y que era muy profesional en ese sentido". Fueron sus primeras palabras después de la primera toma de contacto, en la que "he intentado hacer todo lo que he podido; sin hacer demasiadas cosas, pero que quedasen bastante claras. Ése es el objetivo inmediato. Es muy difícil, en tan poco tiempo, intentar adaptar el equipo a lo que a mí me pueda gustar. Tenemos once jornadas y debo ser yo el que se adapte al equipo, más que el equipo a mí. Evidentemente, yo quiero una seña de identidad, porque me gusta el fútbol de una determinada manera, pero me estoy adaptando más al grupo que el grupo a mí".

José estima que "para pulir un equipo a tu medida necesitas una pretemporada como mínimo, y ahora mismo no la tenemos. Estamos a marchas forzadas, intentando aportar lo que se puede. Coger lo que ha ido bien y marcar el sello que tiene un entrenador. Quiero que entiendan un poco el fútbol de la forma que yo lo entiendo, y espero haberlo conseguido. No es tan importante saber como poderlo transmitir. Pocos conceptos, pero muy claros: ése es el objetivo de esta semana". En ese proceso, la clave radica en que "el equipo ha sido muy competitivo hasta ahora, difícil de batir, y no porque esta semana hayamos cambiado cosas tiene que ser vulnerable".

El flamante preparador cordobesista reiteró su respeto hacia la labor de su antecesor en el cargo: "Ha habido antes otro entrenador y ha entendido el fútbol de forma diferente a mí, y yo quiero que se adapten a mi filosofía. Siempre respetando, por supuesto, las características de los jugadores. Pero sí voy a intentar que nos comportemos como un equipo con mayúsculas y que estemos juntitos. Pienso que lo hemos logrado, porque atención sí han tenido, y predisposición, también. Respecto a la plantilla sólo tengo palabras favorables, porque están abiertos, con las orejas muy tiesas, atentos a todo. Y eso habla muy bien de los profesionales". "Tengo que adaptarme a los jugadores. El equipo no lo puedo hacer yo. Existe una plantilla diseñada y tengo que ser yo el que se adapte el equipo. Voy a poner a los mejores a mi criterio", subrayó.

Y su criterio está claro. Al menos, en su cabeza. Aunque todavía falta la sesión de hoy para terminar de perfilar los detalles, el once de Castalia está decidido "al cien por cien. He visto bastantes partidos del equipo, más lo que he podido ver en vídeo. Sé quién es el contrario, sé cómo trabaja. Y pienso que también sé lo que podemos necesitar. Espero acertar". Eso sí, la alineación sólo la sabe él. "No voy a dar nunca el once. No porque quiera fastidiar a nadie, sino porque a mí me encantaría saber la alineación del Castellón, por ejemplo. Para mí sería mucho más fácil preparar un partido, y si me la dieran el lunes, fantástico, para entrenar toda la semana. Me guardo esa carta, aunque luego en el fútbol todo se sabe y todos nos conocemos... Mejor no dar esa certeza", añadió.

Su propósito es que "el equipo sea fiel al trabajo zonal, y en ese sentido hemos hecho mucho hincapié. Por los jugadores que tenemos se puede hacer perfectamente, muchos de ellos lo han hecho durante mucho tiempo en otros equipos, y creo que lo van a asimilar bastante bien". En lo que respecta al juego por los costados, precisó que "al fútbol se puede jugar por fuera y por dentro. Se puede jugar con dos bandas con proyección, buscando la ruptura, el desborde, se puede buscar más posesión de balón... Yo creo que David Arteaga es un futbolista que viene muy bien hacia dentro, se puede encontrar con los dos puntas, o aparecer cualquiera de los dos laterales, que también tienen buena proyección... Tengo varias posibilidades para trabajar".