BALONCESTO l LEB Bronce

El Cajasur está muerto

  • Los granates caen ante el Jerez ofreciendo la peor imagen del año y entran en barrena sin tener segura su plaza en 'play off'

Definitivamente, el Cajasur ha tirado la temporada. Todavía le quedan dos partidos de fase regular y probablemente se clasifique para los play off, pero el curso ya está sentenciado. En apenas dos semanas, el conjunto granate se ha descompuesto hasta convertirse en la banda que ayer se arrastró ante el Jerez. La baja de Mallory o los múltiples problemas físicos de Jura, Garrido y Aguirre podrían servir de excusa, pero nada explica el ridículo de Vista Alegre. Para excusas, las del Jerez, que lleva cuatro meses sin cobrar, pero ayer dio una lección de profesionalidad, de juego en equipo y de compromiso. Los jerezanos se clasificarán para los play off y pelearán por el ascenso porque ése es su objetivo. Para el Cajasur parece que es un castigo.

De hecho, si el Salsas Musa cae esta tarde en Vigo, el equipo de Santi Gisbert sellará su billete para las eliminatorias por el título, y ése parece su único camino, jugar al fallo de los demás, porque hoy por hoy el Cajasur es incapaz de ganarle a nadie. Ya lo demostró ante el Esplugues y en Ávila, pero lo de ayer fue el colmo, un espectáculo indigno de una camiseta que merece más respeto.

De hecho, el partido sólo duró diez minutos. Ése fue el tiempo que tardó en descomponerse el Cajasur, que sorprendió de inicio con un cinco forzadamente sin pívots (16-9, min. 7), pero un parcial 2-10 en apenas dos minutos dejó al Jerez con ventaja al término del primer cuarto. Pese a las ausencias, los granates habían demostrado actitud, lo que ya era un sustancial avance respecto a citas anteriores, pero todo fue un espejismo.

Nueve puntos seguidos de Víctor Pérez y la descarada carga jerezana en el juego interior empezaron a hacer una sorda labor de desgaste que hizo efecto antes del descanso, pero que rompió el partido en un tercer cuarto que sacó a la luz todas las vergüenzas de un Cajasur que ha llegado al final de la temporada roto, en el peor momento de la temporada.

Con 15 minutos por delante, el partido se había acabado (47-64), no porque la diferencia fuera insalvable, sino porque los granates estaban muertos. Sólo Almeida salvó el honor en un equipo sin alma, en el que cada uno fue a lo suyo. Gelsi (17 puntos, pero 7/19 tiros de campo y 1/5 libres) miraba más por sus números que por el colectivo, Faletto no estaba, Garrido (0/11 tiros de campo) ofrecía su peor versión... y así es imposible.

La diferencia llegó a rondar los 30 puntos, pero el marcador es lo de menos cuando la imagen lo dice todo. El Cajasur está muerto y va a tirar por la borda lo que podía ser un gran año. Con el ascenso a la vista, todo el mundo piensa en las vacaciones. Qué pena.

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