El Cajasur Córdoba BM regresa este domingo a la competición y lo hace con el afán de terminar la temporada de la mejor manera posible. Una vez que el sueño de ascender a la Liga Asobal es ya del todo imposible, los granates visitan al San Pablo Burgos (Municipal El Plantío, 12:00) con ganas de darse una alegría, para afrontar el tramo final del curso con energías renovadas y la intención de finalizar lo mejor posible.

Y es que todavía son cuatro los partidos que el equipo cordobés tiene que afrontar antes de pensar en la próxima temporada. Cuatro citas con el aliciente de terminar lo más arriba posible, para no ensombrecer un curso que ha sido realmente bueno y en el que el equipo que entrena Jesús Escribano ha cumplido con creces sus objetivos, asegurando por la vía rápida la permanencia e incluso permitiéndose el sueño de mirar hacia la Asobal en la segunda fase.

Los últimos malos resultados han frenado esa posibilidad, pero desde el club tienen claro que hay que seguir compitiendo al máximo y hasta el último partido, mostrando la misma profesionalidad de cada semana. A efectos clasificatorios, el conjunto burgalés sí que mantiene opciones de alcanzar una plaza de ascenso, pero apenas cuenta ya con margen de error, por lo que a buen seguro pondrá las cosas muy complicadas al equipo de Escribano.

El técnico del conjunto cordobés tendrá que lidiar de nuevo con numerosas bajas, una constante en la segunda vuelta y uno de los factores que han impedido al Cajasur Córdoba BM luchar hasta el final por meter la cabeza entre los dos primeros clasificados. Requena, Nano Ortega, Vicente González y Pablo Martín no estarán para ayudar a su equipo en Burgos.