Los Juegos de Sochi pueden coronar hoy a una leyenda análoga a lo que es el estadounidense Michael Phelps en los Juegos Olímpicos de verano. Pero no será un joven nadador de físico escultural, sino un hombre de 40 años con un rifle colgando de la espalda. Se trata del biatleta noruego Ole Einar Björndalen, que afrontará en la persecución de 12 kilómetros la primera oportunidad de convertirse en el deportista olímpico invernal más laureado de la historia.

Tras ganar el sábado en los 10 kilómetros sprint su séptimo oro, el noruego de 40 años está a las puertas de superar la marca de su compatriota Björn Daehlie, quien sumó entre 1992 y 1998 ocho medallas de oro y cuatro de bronce en el esquí de fondo, mientras que Björndalen tiene un palmarés de 7-4-1. Un triunfo hoy, por lo tanto, lo catapultará al olimpo invernal.

El veterano noruego también buscará batir su propio récord de longevidad, ya que el sábado se convirtió en el atleta de más edad en ganar una prueba individual olímpica con 40 años y 13 días.

"El triunfo significa mucho para mí, son cuatro años de trabajo. Es una de mis victorias más importantes", dijo Bjorndalen tras su victoria en la jornada inaugural de Sochi.

La victoria, sin embargo, no fue con el dominio abrumador que mostró en otras épocas. El biatleta no tuvo la mira del todo fina y pudo llevarse el oro con mucha angustia gracias a su velocidad en los esquíes. "Pensaba que no iba a tener oportunidad después de fallar, pero me sentí bien y los esquís estaban realmente bien. Había mucha presión. Hice lo que pude, disparé rápido, avancé ligero, cometí un error y gané por pocos segundos", explicó.

El inigualable palmarés de Björndalen incluye 19 títulos mundiales y un récord de 94 triunfos en Copas del Mundo. Pero hoy, 16 años después de su primer oro olímpico en Nagano 1998, puede vivir el momento culminante de su carrera y agrandar más el mito, la leyenda que lo convierta definitivamente en el Michael Phelps de los Juegos Olímpicos de invierno.