Córdoba | albacete · informe técnico

Lo de Barkero no fue casual

  • La calidad de Arteaga revolucionó el talante de un Córdoba carente de profundidad en el primer acto · El Albacete se lanzó al ataque en pos del empate y lo encontró

El empate llegó en las postrimerías, pero no puede decirse que fuera injusto. El Albacete, cualificado técnicamente pero asfixiado por su posición en la tabla, se hizo acreedor al punto al encerrar al Córdoba a raíz del 1-0. Que marcara a través de una falta inexistente es otra historia. Arteaga salió tras el descanso y orientó la victoria, enmendando una sosa primera mitad, pero no fue suficiente para ganar.

Defensa

Demasiado pronto vio la amarilla Acciari. El Córdoba venía de pagar en Chapín una tempranera tarjeta a Ito. A un paso de la roja, el argentino quedó condicionado en las tareas destructivas. No se escondió, aunque el Albacete creó bastante peligro entre líneas. Endika o Navarro no entraron para ayudar (?).

El cuadro de Quique Hernández apareció en El Arcángel con la sonrojante vitola de equipo menos goleador de la Liga BBVA: nueve tantos en 16 jornadas. Y en ausencia de Pierini, Pablo Ruiz y Aurelio eran los centrales cordobesistas. Lo pasaron mal debido a la movilidad de Morán, Ferrón, Barkero, Meyong Zé o César Díaz. Eso sí, ataron en corto a Calandria. Se vieron sorprendidos en el 36', cuando Ferrón se escapó solo en posición dudosa y se trastabilló al encarar a David Valle. Además, Pablo cometió una peligrosa falta sobre Morán en la frontal del área (41'), aunque la infracción no alteró el luminoso.

Ya en el segundo parcial, Ferrón volvió a agujerear la zaga blanquiverde, pero Aurelio acudió presto para conjurar su tiro desde el punto de penalti. Pablo Ruiz se jugó la pena máxima en un cruce ante Morán, y de nuevo Aurelio ejerció de apagafuegos en una colada de Barkero. Los chispazos del Albacete no llegaban a provocar un incendio. Ni siquiera con una irrupción del recién incorporado César Díaz, quien dejó en evidencia a Pablo Ruiz en carrera y, ya dentro del área, dio el pase de la muerte para que Meyong Zé rematara al poste.

Pero los huéspedes se habían apoderado del esférico y percutían. El árbitro se sacó de la manga una falta de Aurelio en un balón aéreo y Barkero demostró por qué fue titular en la selección española que conquistó el Mundial sub 20 en 1999: rosca y escándalo.

Ataque

Por tercera jornada consecutiva, Paco dio la titularidad a Katxorro, lo que constituye una declaración e intenciones: el doble pivote de corte defensivo ya no tiene patente de corso. Con el de Baracaldo y Asen existían otras vías, amén de la tradicional apuesta por las bandas. Ellos se asociaron en el minuto 11 para crear la primera oportunidad local, desperdiciada debido a una pifia en la volea de Arthuro. El brasileño, hostigado por su compatriota Baggio, reclamó penalti.

Costó progresar en el primer periodo. Tras el arreón inicial, con Juanlu voluntarioso y Katxorro a los mandos, el partido entró en una fase anodina en la que, incluso, la pelota tenía acento manchego. La afición se dio cuenta y, al filo de la media hora, expresó su descontento con pitos. Al borde del descanso, un zapatazo de Katxorro y un testarazo de Acciari en el córner inmediatamente posterior dejaron un engañoso sabor dulce a una actuación bastante agria.

En el segundo tiempo sólo cabía mejorar. La clave era, por supuesto, Arteaga. Salió tirado a la derecha, aunque en su primera intervención ya basculó hacia el medio y aportó toda la chispa que se había echado en falta hasta el ecuador.

Arthuro llevó el cuero a la red dos veces, aunque sus remates ya no valían por una falta y un fuera de juego previos. Arteaga era la boya a la que asirse, en detrimento de Juanlu. En el 64' y el 65', de nuevo Arthuro desaprovechó sendas asistencias de lujo del número 7. Las transiciones olían a gol.

Y entonces salió Javi Moreno. En una jugada similar a las desperdiciadas por Arthuro poco antes, con centro cruzado de Arteaga, el de Silla tiró de manual para controlar, hacerse sitio y definir. Sólo llevaba tres minutos sobre la hierba.

El Córdoba acabó con un dibujo 4-2-3-1, con Asen como enganche, Julio Pineda en la derecha y Arteaga en la izquierda. Pero el asistente abortó las opciones de sentenciar a la contra... y pasó lo de siempre.

Virtudes

Arteaga desatascó el partido y Javi Moreno anotó un buen tanto.

Talón de aquiles

La actuación del primer tiempo fue deslavazada. Al final, el equipo se echó atrás, intimidado por las embestidas del Albacete.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios