Destemplado por la intrascendencia del choque y la ansiedad del inminente clásico ante el Real Madrid, el Barcelona perdió su primer partido de la temporada en casa ante el Shakhtar Donetsk tras 20 consecutivos sin perder.

El panorama inicial destensó al conjunto azulgrana, repleto de canteranos, y dejó indiferente a los ucranianos, que se limitaron a recoger la invitación del rival para lograr la victoria.

El Shakhtar afianzó su defensa y buscó el contragolpe, receta de cabecera para los rivales del Barça. La apuesta le salió bien. A la media hora ya gobernaba el marcador gracias a una excelente transición, culminada al borde del área chica por Gladkiy, que dejó al descubierto loss desajustes defensivos locales. También en el segundo tanto, ya en la reanudación, muy similar al que el Sporting de Portugal logró en el Camp Nou: un saque de falta al segundo palo rematado sin oposición por Gladkiy en el que Jorquera salió a destiempo.

Con 0-2 en el marcador, el orgullo del escudo animó al Barça a iniciar la remontada. Se quedó a medias, después de un buen tanto de Sylvinho, de disparo seco desde la frontal después de combinar con Keita. Pero el equipo de Lucescu firmó la tercera diana en un contragolpe coronada por Fernandinho y ahí acabó todo. Con el telón a punto de bajarse, Gudjohnsen habilitó a Sergio Busquets para hacer el segundo. Pero el Barça se quedó a medias.