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Azul y verde, a ver si muerden

  • Reválida El Córdoba, sumido en su peor racha de resultados, se somete a otro juicio a domicilio Plaga Acciari se unió ayer a la extensa lista de bajas: cinco lesionados y un sancionado

Toca el Xerez como podría tocar cualquier otro. Ya no es cuestión de que al Córdoba se le den mal los equipos con la soga al cuello, o los últimos minutos en casa, o las primeras partes a domicilio. Ni siquiera que la expedición esté más mermada que nunca por la suma de cinco lesiones y una sanción. Llega un momento en el que uno percibe que debe hacer algo para romper el (des)orden establecido. La Liga ya no es un algodón de azúcar, sino un plato de espinacas. Pero no vale ser escrupuloso.

El Córdoba se adentró ayer en la provincia de Cádiz con una misión que cumplir. Atascado en la clasificación después de cuatro semanas sin ganar, la visita al Xerez emerge en el calendario como una rosa plagada de espinas. El conjunto azulino es antepenúltimo, entre otras cosas, porque sólo ha ganado dos veces en 15 jornadas. Sin embargo, sacar pecho ante rivales de la zona roja de la tabla es un ejercicio muy poco saludable. Los reveses consecutivos frente al Polideportivo Ejido y Las Palmas así lo atestiguan.

Precisamente el anterior desplazamiento, a Gran Canaria, es el modelo de lo que no se debe hacer: pensar más en la juerga posterior al partido que en el partido en sí, minusvalorar al adversario, perder la cabeza. Paco leyó la cartilla a sus futbolistas y es de esperar que todos hayan tomado nota. En cualquier caso, en la obra de esta tarde habrá varios actores poco acostumbrados a los flashes. Ellos también cuentan, por supuesto. Había equipo, sí; ¿hay plantilla? A ver.

Ya recuperado, Julio Iglesias está listo para volver a enfundarse los guantes en detrimento de David Valle. A Jémez le gusta más el de Avilés, titular en el arranque de la temporada. Y si lo de hoy puede suponer un punto de inflexión, qué mejor que empezar de cero. O para ser más exactos desde el uno, el número del portero.

Dani se lo pierde por acumulación de amonestaciones, por lo que resurge un dilema. Puede jugar Rubén, a pesar de su lamentable actuación en Las Palmas. O puede debutar Troyano, de repente un extraño. El canterano hizo la pretemporada, aunque en el filial viene actuando como central. El técnico avanzó el miércoles que iba a deshojar la margarita entre los dos, sin plantearse un cambio de sistema con tres atrás y carrileros largos. Falta por saber el nombre del pétalo definitivo.

Mario, por supuesto, continúa fuera de combate. Lleva lesionado prácticamente toda la campaña. Al menos, participó en la Copa, algo de lo que tampoco puede presumir Javi Flores. Las otras bajas por percances físicos son las consabidas de Cristian Álvarez y Arteaga y la repentina de Acciari, descartado ayer mismo por una sobrecarga muscular sufrida en la sesión matinal previa al viaje. De esta forma, Paco recompondrá el doble pivote con el dúo que abrió el campeonato: Ito-Endika.

Las bandas cojean. Con Cristian Álvarez y Arteaga como espectadores hasta enero, Juanlu debe dar un paso al frente. Pero llega receloso, pues no pudo acabar el entrenamiento de ayer. Sus molestias han provocado que, por primera vez en el presente ejercicio, la convocatoria tenga un hombre de más. Entre los 19 citados figura Guzmán, llamado a explotar por la derecha -ahora o nunca-. El pacense es uno de los cinco ex xerecistas del plantel, junto con Julio Iglesias, Katxorro y dos veteranos que claman en el desierto: Antonio aún no se ha estrenado y Julio Pineda admitió el viernes que piensa más en despejar sus ideas entre polvorones que en fútbol. El balón, a veces, es ingrato. Ahora lo está siendo con Navarro, otro de los héroes del ascenso que con el salto de categoría ha visto rebajada su cuota de minutos de manera concluyente.

Arriba amenazarán los de casi siempre: Asen, imprescindible para coordinar las contras ante la baja de su mejor socio, Arteaga, y Javi Moreno, ése que trabaja para él y para el resto, ajeno a los gritos despectivos. Si no la meten ellos, que la meta Arthuro. Que la meta quien sea, pero que la metan ya.

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