Fútbol l Internacional

El Arsenal se queda sin nada

  • El Manchester United remonta y deja al equipo de Cesc y Wenger sin opciones en la 'Premier' cinco días después de decir adiós a la Liga de Campeones

El Manchester United, rival del Barcelona en la Liga de Campeones, pulverizó ayer las esperanzas depositadas en la Premier del técnico del Arsenal, el francés Arsene Wenger, que vio cómo se desvanecía en Old Trafford la última oportunidad de su equipo de concluir de forma productiva la temporada.

Fue la puntilla a una semana de horror para el entrenador galo de los Gunners, a los que ayer tan sólo les hubiera servido ganar para salvar la campaña. En cambio, el Arsenal tendrá que resignarse a una tercera temporada consecutiva en la que no alcanzan ningún título.

La victoria del flamante líder inglés dejó al conjunto londinense fuera de este torneo, con nueve puntos menos que la formación de Alex Ferguson, que acumula 80 puntos, seis más que el Chelsea, que juega hoy ante el Wigan para intentar colocarse a tres y dejar abierto el campeonato.

Para los pupilos de Wenger se trataba del choque que definiría su futuro en la competición inglesa, la última ocasión para el francés de poner punto y final a la campaña con un trofeo entre manos tras su reciente eliminación de la Liga de Campeones, a manos del Liverpool. El francés contó en la portería, feudo habitual del navarro Manuel Almunia, con el alemán Jens Lehmann, pero Cesc mantuvo su posición vital en el centro del campo, tutelando, como siempre, a sus compañeros y entendiéndose a la perfección con el holandés Robin van Persie y Alexander Hleb. Mientras, el bando de Ferguson contó con la presencia de Piqué en su equipo titular.

El gol de Adebayor no sirvió sin embargo al Manchester para llevarse el triunfo y soñar con ganar la última papeleta que le mantuviera con vida en la Premier League, sino que Cristiano Ronaldo y Hargreaves dieron la vuelta a la situación y echaron del carro a uno de los dos aspirantes a robarles la corona.

El United sólo espera ahora mantener el ritmo para que su único rival, el Chelsea, no le impida proclamarse campeón de liga. Su otro foco se centrará en una Liga de Campeones en la que parece el rival a batir y donde se encontrará a un Barcelona descolgado en su campeonato liguero. Poco más puede pedirse al equipo liderado por un Cristiano Ronaldo que apunta a un doblete que será difícil que alguien evite.

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