Vasco da Gama, Córdoba, Hertha de Berlín, Dinamo de Zagreb, Vitoria de Guimaraes, Aris de Salónica, Bahía, Lucena... y Duque de Caxias. Anderson Costa se va. Él no estaba a gusto por la falta de minutos y Antonio Montero no estaba dispuesto a aumentarle la cuota. Ni el delantero ni su familia se sentían cómodos en la localidad aracelitana, por lo que regresan a Brasil. La amistosa rescisión por ambas partes de un contrato bastante jugoso da paso a una nueva etapa en un equipo de Segunda, otro trampolín donde relanzar su carrera. La reválida en España ha supuesto un fracaso.

Anderson llegó al Lucena el pasado verano de la mano de Rafael Rojas, director general y deportivo del club, con quien había coincido en el Córdoba. El ariete saltó a la fama en la segunda vuelta de la Liga 04-05, al erigirse en uno de los puntales del conjunto blanquiverde en su desesperado intento por salvar la plaza en Segunda A. El proyecto comandado por Juan Carlos Rodríguez se fue a Segunda B, pero el goleador presentó sus credenciales: siete tantos en apenas 14 partidos.

Sus números en el Lucena han sido mucho menos lustrosos. Anderson, fichado como la guinda a una delantera en la que ya figuraban Cabello, Julio Pineda y Diego Herrera -finalmente éste se marchó al Roquetas-, fue suplente en sus siete primeras apariciones con la camiseta celeste. No se estrenó como titular hasta la décima jornada, aunque se llevó el premio gordo: se trataba del Ramón de Carranza. Su último encuentro en el once fue contra el Jaén. El resto, siempre saliendo desde el banquillo: entre ellos, las visitas a El Ejido, donde anotó su único gol, y Roquetas, el pasado domingo. En su expediente hay que incluir la roja directa de Puertollano, en la quinta fecha.

Anderson deja libre su ficha, con lo que el Lucena ya puede moverse en el mercado invernal. El vaivén ha comenzado.

1