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Adiós a la sonrisa

  • lEl amargo estreno ante Suiza rebaja las expectativas de la selección dirigida por Tite, que resultó decepcionante para los medios brasileños

Ni Neymar, ni el jogo bonito, ni siquiera el golazo de Philippe Coutinho, que parecía presagiar un primer show de la canarinha en tierras rusas. Aunque el Mundial apenas ha comenzado, el debut de Brasil, con un magro 1-1 ante Suiza, enturbió la alegría y la ligereza con la que la selección de Tite había llegado a Rusia 2018.

El empate supo a poco para un equipo que sueña con el hexacampeonato. Los brasileños, que perdieron puntos por primera vez desde 1978 en un arranque mundialista, mostaron dos caras distintas en Rostov del Don.

Los enormes recursos y la versatilidad del ataque verdeamarelo dominaron el encuentro por momentos, haciendo crujir varias veces el engranaje suizo durante el primer tiempo. El pie derecho de Neymar tocaba y tocaba, recuperado de la operación que lo tuvo casi tres meses inactivo. También Willian, Paulinho y Gabriel Jesus asustaron a los helvéticos antes de que el misil de Coutinho perforase el marco de Yann Sommer.

Sin embargo, por otro lado aparecieron la inseguridad y las dudas una vez llegó el empate, de forma inesperada, tras un córner en el arranque del segundo tiempo.

"Brasil cambió el estilo y fue castigado", analizó el diario Folha de Sao Paulo. "Resultado amargo", valoró el deportivo Lance!. "7 contra 1", ironizó el portal UOL recordando la histórica goleada que les endosó Alemania en 2014, para criticar la facilidad con la que el suizo Zuber pudo cabecear el empate en el minuto 50, rodeado por más de media docena de brasileños.

La canarinha perdió la sonrisa que tanto pregona estos días en su base mundialista en Sochi, a orillas del Mar Negro, decidida a emular al grupo que consiguió levantar el título en Corea y Japón 2002. Neymar, que anunció antes del partido que estaba en Rusia para "soñar en grande", pasó cabizbajo por la zona mixta, y Tite compareció tenso en la sala de prensa.

"La ansiedad nos golpeó fuerte", admitió el seleccionador brasileño, que explicó que su equipo notó demasiado el gol suizo.

Otro intento para explicar el pequeño revés apuntó al árbitro, por un supuesto empujón de Zuber a Miranda en el tanto del empate. "Si me hubiese tirado al suelo, lo habrían pitado", se lamentó el defensor. También Tite protestó por la jugada, aunque aseguró que no quería usarla como excusa para justificar el resultado. Incluso sus jugadores contaron luego en la zona mixta que el técnico les había pedido no comentar el lance.

La dureza de la marca sobre Neymar también sirvió a los brasileños para explicar la noche de dudas en Rostov del Don. El astro del PSG "fue el que más faltas recibió en lo que va de Mundial", calcularon los reporteros brasileños. O Globo subrayó que Neymar recibió 10 de las 19 infracciones cometidas por los suizos durante el partido. "Nosotros queremos jugar, proponer", dijo Tite en otra crítica sutil al rival tras amargo resultado.

"Nadie gana o pierde la Copa del Mundo en el primer partido", recalcó Gabriel Jesus. "La fase de grupos tiene tres partidos", lo secundó Coutinho, también cabizbajo al final del choque. A Brasil le restan dos duelos más en el Grupo E, ante Costa Rica y Serbia, para recuperar la alegría.

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