El Adesal quedó ayer apeado de la lucha por el ascenso a la División de Honor Femenina tras caer, con contundencia, en la pista de un Morvedre que demostró ser mejor en los dos partidos. El conjunto valenciano no sólo supo defender la ventaja de un gol conseguida en La Fuensanta (23-24), sino que se permitió el lujo de endosar una goleada de escándalo (34-17) al equipo de Paco Bustos, que bajó los brazos.

Como ya ocurriera la pasada semana en Córdoba, la salida en tromba del Morvedre hizo mucho daño a un Adesal sin respuesta. A los siete minutos, el marcador ya reflejaba un 4-0 que dibujaba el peor de los escenarios posible. Al cuadro de La Fuensanta le costaba un mundo atacar con claridad la meta local y, si a eso se le unía el acierto levantino, el partido era lo más parecido a un imposible. De hecho, la ventaja no bajó nunca de esos cuatro goles y al descanso reflejaba ya un 13-7 que obligaba a poco menos que un milagro en los segundos 30 minutos.

Pero definitivamente no era el día del Adesal. Durante el primer parcial, las cordobesas apenas consiguieron mantenerse a una distancia de seis goles, pero a partir de ahí, el Morvedre se desató ante la bajada de brazos de su enemigo para dibujar un calvario. La facilidad con la que la escuadra saguntina veía puerta provocó que pronto doblara en el marcador al equipo de Bustos, desaparecido en el momento cumbre de la temporada. Al final, el resultado rozó el escándalo, un 34-17 que significa la peor derrota en mucho tiempo de un Adesal que tendrá que volver a soñar en plata.