El cordobés Miguel Acasuso, actual presidente de la Federación Andaluza de rugby, será elegido el próximo día 23 como máximo mandatario de la Confederación Andaluza de Federaciones Deportivas. Acasuso ocupará el hueco dejado por el también cordobés Alfonso Oteros tras su dimisión, en un cargo que eventualmente ocupó Rafael Rojano, presidente de la FAB, hasta que se abrió un nuevo proceso electoral que acaba este mes con la suya como única candidatura.

"Partimos de un movimiento y una inquietud deportiva por unir y encauzar todas las ideas de la comunidad", apunta Acasuso como principal anhelo de un organismo que se impulsó en 2003 y que pretende reforzar en los próximos años bajo su mandato, para el que espera contar con los máximos apoyos. Algunas federaciones fuertes como las de baloncesto, natación, balonmano, voleibol o fútbol ya han mostrado su respaldo al proyecto liderado por Acasuso, que pretende estar basado "en el diálogo y la gestión de recursos para aquellas federaciones menos favorecidas por la administración".

La financiación será uno de los caballos de batalla del nuevo periodo de la CAFD, ya que actualmente el presupuesto de la institución (215.000 euros) llega a través de la empresa pública Deporte Andaluz, "aunque nosotros pretendemos gestionarlo de manera que se puedan aliviar los gastos en algunas federaciones con pocos recursos". "Lo primero que queremos gestionar son algunos inmuebles que actualmente son propiedad de la Junta y de los ayuntamientos", apunta Acasuso, "porque queremos generar las sinergias para que lleguen en las mejores condiciones a las federaciones provinciales".

El directivo cordobés quiere despolitizar el cargo para centrarse "en que las 55 federaciones tengan su voz y su voto". Así, tras su nombramiento, tiene previsto iniciar contactos con todos los presidentes "para a partir de ahí buscar su representación en los órganos del deporte andaluz en los que ya tenemos voz y que queremos potenciar". Y a pesar de que querer desvincular su nombramiento de la política, Acasuso no esconde que uno de los motivos que empujan su candidatura es "que aquellas instituciones que no se están implicando vean que a través de un órgano autonómico podemos gestionar mayores recursos para clubes y federaciones". "Nuestro objetivo no es mirar por el personalismo ni por los gestores de eventos", matiza, "sino permitir que aquellas federaciones que necesiten organizar un evento lo hagan desde su casa y no dependiendo de gestiones privadas", ya que en su opinión, éstas "sólo buscan su propio lucro y no el del deporte que están representando. Sólo pretendemos que el deporte andaluz siga creciendo".