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Final de la Europa League: Trapp le da el título al Eintracht

  • El guardameta le hizo un paradón a bocajarro a Kent en el minuto 118 y después le detuvo el único penalti fallado a Ramsey para condenar al Rangers

  • El partido fue más emocionante que divertido por ambos lados

  • Blindaje policial en los accesos al Sánchez-Pizjuán

Título para el Eintracht en el Ramón Sánchez-Pizjuán. El equipo alemán se agarró a su reputado guardameta, Kevin Trapp, para convertirse en el nuevo campeón de la Liga Europa en un partido que no recordarán los aficionados neutrales como el más divertido que hayan presenciado en este tipo de finalísimas. Los dos equipos tuvieron una actitud conformista, tal vez porque no dieran para más, y la situación no pudo estar más pareja durante los 130 minutos que se contabilizaron. Pero el portero salvó a los suyos en el 118', con un paradón a bocajarro a Kent y después fue el único capaz de repeler uno de los lanzamientos desde el punto de penalti. El error le correspondió a un Ramsey ya venido a menos.

La alegría final, por tanto, fue para los alemanes mientras que los escoceses abandonaban al estadio con las caras desencajadas después de tantas cervezas y también tras ponerse por delante en el marcador gracias a un gol de Aribo que pareció inclinar la balanza a su favor en un momento decisivo del litigio, dado que se contabilizaba poco antes de la hora de juego. Pero ni siquiera eso fue capaz de aprovecharlo el Rangers.

Igual que la zaga alemana se mostraba muy permisiva en ese primer tanto por la lesión de Tuta tras un mal despeje hacia atrás de Sow, también le ocurría lo mismo al central Godson, que dejaba pasar un centro paralelo de Kostic para que Borré se aprovechara de la dádiva al anticiparse a Bassey.

El resumen, en lo referente a los goles, de un choque que tuvo mucha más emoción que fútbol. Suele suceder en las finales, cierto, y ésta no iba a ser una excepción. Con las gradas del estadio nervionense a rebosar y un cierto equilibrio entre los hinchas de unos y otros, mezclados incluso en el tiro de la cámara, el fútbol respondió más al miedo que a otra cosa. Los escoceses partieron con más brío bajo su esquema habitual de cuatro defensas, dos pivotes, tres enlaces y Aribo en la delantera; los alemanes funcionaban como es habitual en ellos, tres centrales, una línea de cuatro con Knauff y Kostic como los elementos más desequilibrantes en las bandas, un par de mediapuntas y el colombiano Borré tratando de pelear para que el sistema ganara en coherencia y profundidad.

Aunque el acoso en esa puesta en acción parecía corresponder al Rangers, fue el Eintracht el que tuvo la primera llegada a través de Kamada. El japonés no pudo llegar a rematar, pero la pelota sí salió rebotada para el disparo de Sow en el borde del área en unas condiciones mucho mejores que el rédito que el medio centro fue capaz de sacarle. Y poco después llegaría la primera percusión del elemento más ofensivo de todo. Subida muy peligrosa de Knauff para acabar en córner y en una jugada ensayada mal resuelta finalmente.

Las fotos del Eintracht-Rangers, la final de la Europa League en Sevilla Las fotos del Eintracht-Rangers, la final de la Europa League en Sevilla

Las fotos del Eintracht-Rangers, la final de la Europa League en Sevilla / EFE

El Eintracht comenzaba a mandar en el juego, aunque el primer susto serio se lo daba Aribo a Trapp con un disparo de rosquita. Pero poco después pareció que Kamada casi salvaba un gol de los suyos en un disparo de Lindstrom. Una carrera larga de Kostic, algo individualista en la resolución entre el tedio que comenzaba a imponerse, un cabezazo de Lundstram… Hay que ir escarbando mucho para que algunas acciones llegaran a parecer al menos peligrosas, dignas de ser anotadas en la hoja del cronista.

El segundo periodo sí se iniciaba con un uy en un disparo de Lindstrom, pero tampoco servía para que las hostilidades se rompieran. El gol, los goles, tenían que llegar más por acciones puntuales que por otra cosa. Y la primera se produce precisamente en un saque de Trapp, repelido por el centro del campo escocés y con un cabezazo atrás de Sow que deja con ventaja a Aribo para que éste resolviera a la perfección.

El partido podía decantarse hacia el primer marcador, pero tampoco es así. Comienza el carrusel de cambios, no sucede nada trascendente hasta que Kostic se mete por su banda y coloca un centro con mala uva. Godson no cumple con su cometido zonal de anticiparse a la acción en el primer palo y de eso se aprovecha Borré con un remate muy cerca de la portería.

Ya comenzarían a transcurrir los minutos sin que apenas nada sucediera hasta que se llegaba al 118, cuando Trapp salvaba un remate de Kent a bocajarro. Era otra jugada aislada, pero ahí estuvo el título, sobre todo porque los alemanes se mostraron infalibles en la tanda desde los 11 metros con lanzamientos perfectos y Ramsey propiciaba la parada del portero alemán. El Ramón Sánchez-Pizjuán, como en la anterior final de la Copa de Europa de triste recuerdo para el Barcelona, coronaba al campeón desde el punto de los penaltis. Enhorabuena al Eintracht por su excepcional trayectoria y a disfrutarlo, porque las finales sólo la gozan los campeones y la espléndida copa de la Europa League pasará un año al menos en Fráncfort.

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