Atletismo | Tokio 2020

Praga también ofrece a la atleta Tsimanouskaya un visado para tramitar asilo

Krystsina Tsimanouskaya, a la derecha de Maribel Pérez.

Krystsina Tsimanouskaya, a la derecha de Maribel Pérez. / VALDRIN XHEMAJ / EFE

El Gobierno checo también ha ofrecido a la atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya, que se encuentra en Tokio bajo protección de la policía japonesa tras un intento de deportación forzada por parte de Minsk, un visado para que pueda viajar a la República Checa y pedir allí asilo político.

"La situación en torno a la velocista Krystsina Tsimanouskaya es escandalosa. La República Checa está preparada para ayudarla", escribió hoy el ministro checo de Asuntos Exteriores, Jakub Kulhánek en su cuenta de Twitter. "Tras llegar a un acuerdo con el primer ministro y el ministro de Interior, le ofreceremos un visado para entrar en el país, para que pueda tramitar la protección internacional", continuó el jefe de la diplomacia checa, según el cual la embajada en Tokio "está preparada para actuar".

El gobierno polaco ya ofreció un visado humanitario a la atleta. El viceministro de Exteriores polaco Marcin Przydacz publicó en sus redes sociales que "Polonia está preparada para ayudar" a la deportista y aseguró que "se le ha ofrecido un visado humanitario y es libre para continuar su carrera deportiva en Polonia si así lo desea".

Tsimanouskaya tenía previsto competir hoy en la prueba de 200 metros, pero fue forzada por los responsables del comité olímpico de su país a abandonar los Juegos de Tokio tras la publicación de unos mensajes críticos hacia sus entrenadores.

En el aeropuerto tokiota de Haneda, al que fue trasladada con el fin de obligarla a tomar un vuelo de regreso a Bielorrusia, la deportista pidió protección a las autoridades policiales japonesas, según explicó en declaraciones a la cadena pública NHK.

La velocista, que calificó como "secuestro" el intento de deportación, relató al citado medio que se le ordenó participar en una prueba en la que no estaba previsto que tomara parte, y cuando compartió su insatisfacción a través de su perfil de Instagram unos días atrás, se decidió que sería deportada por sus críticas.

La Agencia Deportiva Nacional checa, ente estatal que promueve el deporte y la representación deportiva del Estado, pidió al Gobierno apoyo a la atleta en una carta abierta firmada por su presidente, Filip Neusser. Neusser aseguró que en el caso de que la atleta quiera tramitar asilo político por vía expeditiva, podría llegar al país centroeuropeo en el avión especial que utiliza la delegación checa en Tokio.

El Comité Olímpico Bielorruso, que está dirigido por Viktor Lukashenko, hijo del presidente de Bielorrusia, aseguró en un comunicado que Tsimanouskaya tuvo que suspender su participación en Tokio por decisión de los médicos por su "estado emocional y psicológico", algo que la velocista califico de "mentira" desde el aeropuerto.

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